miércoles, 22 de diciembre de 2021

ORIENTAL



 






antes de que la cuerda del arco temblase


antes del arco


antes de la fuerza


antes del brazo


antes de ti


había llegado



la flecha a la manzana

del silencio





martes, 21 de diciembre de 2021

EL MUNDO NO DEJA DE CREAR

 














El mundo no deja de crear.

Dios en el octavo día

dejó la creación en manos del mundo:

criatura precoz, ¡sigue la obra!


Así, si miro al cielo

lo que veo es el universo creándose,

la obra inacabada, el trasiego,

la muerte y la vida de las cosas


me sumerjo en el mar, y las olas me van haciendo otro;

ellas mismas crean nuevas espumas,

nuevos movimientos; las mareas

se desdicen unas a otras y nace una corriente completamente nueva

destinada a la extinción


ves el pájaro y lo que ves

no es sino el vuelo creando plumajes inimaginables,

densidades del aire que permiten viajes casi eternos

por donde la mirada se perderá insegura


me tumbo en la arena, me mecen las olas,

o lo que queda de ellas,

y es posible que encuentre

una perla en mi corazón.




lunes, 20 de diciembre de 2021

VIAJE EN TREN

 




Caminando al ritmo de las voces

que van y vienen a perderse en los oídos

distraídos, en este tren que nunca llegará,

flotando en alfombra de humo y piedras,

tú y yo, nosotros, apostados en un banco de madera de cedro

sin ojos, no llegando nunca

ni aquí ni allá, tan solo escurridizos,

las ventanas corriendo a un palmo de la cara

del paisaje que se borra,

el ruido que emborrona los oídos como una mancha de humo;

no hay estación término, me dices,

el tren no morirá. Y salimos a las avenidas

de los pasillos de suelo de piedra,

y los cuerpos tiemblan; no se oye

lo que dices, no te entiendo, me dices

el humo de las bocas se va quedando atrás;

movemos las manos, casi tocando los árboles.

¡Qué felicidad, haber nacido para el viaje!



sábado, 11 de diciembre de 2021

CANET IMPROVISADO. NOTICIAS DE ACTUALIDAD RABIOSA


 


Veo a las gentes de paz

echando su mañana en las calles de canet,

susurrando con un solo aliento que

tantos años de lucha no los robará el cuarto y mitad de nuestra carga

genética de españa que queda

en la rémora del cuerpo,

en las escuelas


tantos niños llevamos de la mano

que no queremos nuestros,

tanto sol confuso,

ni tuyo ni mío,

que hay que echarse a la calle

a las calles de canet


las gentes de paz levantan la mano y la bandera

por un nuevo cromosoma cent per cent

que tal vez limpie de rastrojos las cunetas impuras del sur.



martes, 7 de diciembre de 2021

¿ALGUIEN HA VISTO TITANE?

 



                                                                                                     La caída  de  los titanes. Cornelis Van Haarlem



Alexia tiene miedo.

De niña, mientras incordiaba y provocaba a su padre en plena conducción provoca un accidente; de resultas, tiene que sufrir una intervención reparadora. Le implantan una placa de titanio en la cabeza.

Pero ella, Alexia, sigue provocando. Ahora, su provocar, su pasión, se deslizará por otras metáforas (ya no son sólo son los golpecitos a la espalda de papá). No quiere dejar en paz a a ese padre estupefacto, al que no se resigna a ver tan poca cosa. Al que quiere restaurar. Ya adulta, se dedicará a perturbar la mirada de los voyeurs, resaltará su silencio (el silencio de Alexia) entre tanto tumulto, entre tanto artefacto de luz y sonido donde trabaja mostrando su cuerpo. Desafiando.

Ella sigue provocando: biológicamente madura para el ejercicio sexual, no se queda en ningún cuerpo que la solicita. Es más, los borra de una puñalada, a todos, a los de ellos y a los de ellas. A esta chica no le interesan los cuerpos cadavéricos anclados en una identificación ficticia, que le lleva al drama paterno. Y de esta forma, se convierte en una asesina en serie, podríamos decir. Cuerpo que se le acerca, cuerpo que mata. Alexia no niega la sexualidad, sólo acuchilla los cuerpos y los descalifica por insolventes. No se esconde en su deseable cuerpo, al resguardo de una identificación por fluida que pueda parecer, porque es una disidente que toma partido en la lucha que sostiene: desvelar los falsos nombres, los falsos ropajes que tapan la impostura, la del padre, la de los voyeurs ejecutivos, la de la experta lesbiana... Alexia, con su placa de duro metal en la cabeza, está muy viva. Sólo le vale lo real de una verdad que ella intuye posible en algún lugar. ¿ Allí donde viven los titanes?.


¿Saben qué pasa? Pasa que, como es notorio, la naturaleza pura dejó de existir desde que hay lenguaje. El lenguaje es la placa de titanio, la cosa absolutamente inorgánica, que da perspectiva al ser humano para percibir el mundo de una u otra forma y para percibirse a sí mismo. Y sin naturaleza inequívoca que nos guíe, hay que buscarse la vida.

Y. de ahí, la subjetividad. Lo que se ha llamado humanismo. Ese salto al más allá de lo biológico, que es lo humano. Lo humano lleva anexo el titanio, la placa de metal, el implante reparador, el lenguaje, lo no creado a la par que las bestias.

Ese salto crea lo estrictamente humano. Ni zarandajas neobiologistas ni fascismos de realidad virtual, donde alguien sin nombre te exige dejarte llevar bajo el poder sugestivo de la imagen manipulada para que tú te creas tú. Para que creas que tú eres naturalmente tú.

Los cuerpos ya no son sólo entidades biológicas puras, sino artificiosos productos del lenguaje con capacidad inteligente para ver más allá de lo que vería un ojo si estuviera hecho sólo de carne.. Alexia ve más allá y eso es el apuñalamiento. Mira-apuñala. Alexia revive la Titanomaquia.

En la película Titane, de Julia Ducournau, vemos cómo se va construyendo el artefacto abstracto que es toda obra de arte. Puro concepto, pura destrucción del sentido pre-establecido. Se produce una deconstrucción del cuerpo, y eso es filmado de verdad en la película, en el lienzo en el que se ha convertido la pantalla, en el poema que son los diálogos, en la partitura que penetra al espectador.

Y, como consecuencia se muestra, como pura abstracción, el Acto Sexual. Como abstraído de la organicidad, de la animalidad. Esto se lleva a un extremo radical, burlesco: ya no se aparean los cuerpos, sino los metales, la cosa dura, el titanio, los aceros. Las sábanas no se manchan de sangre sino de petróleo.

Negro sobre rojo, podríamos decir.

El negro de lo artificial y mineral sobre el rojo de la sangre y el rubor. La luz sincopada de las performances erótico-automovilísticas sobre la luz velada de la escena primaria, que en la película aparece, aunque habilmente escamoteada. (La escena primaria: ver a los padres como si fueran cuerpos enmudecidos, regresados al berrido, a las cuatro patas. La imagen que dice: eso es todo. Y que deja al niño/a la niña sin saber lo que es eso, lo que es todo).


La abstracción que construye la película va más allá y se desarrolla en el embarazo de Alexia fruto del polvo con el automóvil (es un auténtico todoterreno). Lo que lleva adentro esta chica es una criatura que tiene la misión de salvar a los protagonistas.

Porque para que las fuerzas del orden no identifiquen a Alexia (que la buscan por asesina) ella se tiene que desidentificar a golpes y, siendo ya un guiñapo, parecer, y no ser, un chico. Y, mutatis mutandis usurpar el lugar de un jovencito al que buscan por desaparecido.

Y así aparece la fusión Alexia (la chica que está y es una asesina y quiere desaparecer) y Adrien (el chico que no está, que desapareció, y al que buscan para que esté)

Y, a la par, un hombre, una revelación, una epifanía, surge, aparece y toma de la mano a ese híbrido mujer/hombre/titanio y le dice: tú eres mi hijo. El hijo que desapareció de la vida de ese hombre, el hijo que le hizo saber que, como padre, podría amar, el hijo cuyo vacío le dio la conciencia del amor y de la locura razonable. Este es Vincent, el bombero Diógenes que buscaba un hijo. Y que lo encuentra y al que llama Adrien, que significa lo que tacha, y sostiene, a Alexia.

Vincent es el hombre que nombra bastante bien la anomalía de saberse hombre: no sólo (1) necesita ser penetrado diariamente por unas jeringuillas que le aportan la gasolina que gasta el motor de su identificación (si no fuera por el amor, al que vamos a referirnos, Vincent no existiría) sino que, además, (2) cree. Es un creyente, puesto que espera lo que no existe, ama a quien no está, encuentra lo que desea al margen de la verdad política y, cuando se escamotea eso que encontró, aparece el amor y se constituye como hombre. Ya digo, la anomalía de saberse hombre.

Cree en lo imposible, en lo que hay que buscar fuera del tiempo. En el milagro. En efecto: este fracasado que se llama Vincent es todo un hombre.


El clímax: un loco y un despojo desnombrado, embarazado/a de un automóvil, anonadado/a en esa vorágine que es haber nacido y querer poner orden allí, en el ojo de ese huracán. Sujetos humanos, los dos, no organismos. No máquinas.

Dos mamarrachos, dos guiñapos, no dos íconos organizados en lo biológica y políticamente correcto.

Adrien/Alexia y Vincent son sólo brasas fulgurantes en medio del fuego, en medio de tanta luz sin deseo.

El clímax: el amor. Donde nada, nada. Donde nada, todo., Te doy lo que no tengo. Recibo lo que no me das. Vuelo con tus alas cortadas.

Y la apoteosis final. El Evangelio según San Mateo de Bach sonando y Vincent, un padre renacido, tomando en sus brazos el don que da su hijo/hija, ya cadáver, ya cumplido el sacrificio.

El Hijo, nacido de la provocación que pellizca al milagro para que venga (el Hijo que Alexia que da a Vincent) muestra sus metales entre lo que le queda de carne para que, ahora sí, sepamos que de aquello, de la la naturaleza quimérica, ya nada existe. Y en esa inexistencia, lo humano no deja, sin embargo, de gritar, de hablar, de susurrar, de canturrear, de manifestarse, de provocar.


Los envoltorios de la película pueden dar la impresión de que se puede remendar esa naturaleza perdida construyendo una neo-realidad tecnológica, donde nada falle, donde todo sea efecto seguro de una causa enteramente inteligente. Lo que sería una nueva versión del gran Ideal, de La Mujer sin fisuras, del Padre sin tacha. Donde titanio y carne serían lo mismo, una misma cosa, porque no serían ya los dos elementos dialécticos que han construido el artefacto humano. Donde el conflicto se borraría a costa de una nada pretenciosa y totalizadora.

Tal vez sea este el horror que persigue a Alexia/Adrien.


Creo que el miedo de Alexia/Adrien es el miedo al afán exterminador de los que no quieren saber nada de lo meramente humano, de los límites, de la herida que los creó.

Y que su pobre victoria es su sacrificio, que hace posible, a través del pertinaz llamado a lo perdido, la novedad del amor.

El amor que, aunque alejado de lo puro natural, es la única realidad habitable.







martes, 23 de noviembre de 2021

SOBRE OJO. CAPÍTULO PRIMERO.






 



Miraba el mar

y veía la estampa de los barcos cazando la ballena


miraba el árbol

y veía la serpiente enrollada en las tetas de eva


miraba el cielo

y veía el horóscopo diario al lado del crucigrama


te miraba a los ojos

y veía el dictado

las palabras intrincadas y tiranas

una a una


miraba los neones del cielo

y veía la tristeza de la noche


y se reía de todos

y decía no estar ciego



jueves, 18 de noviembre de 2021

NO EXISTE EL PÁJARO

 






No existe el pájaro

lo que ves es el aire ondulándose

en un solo vuelo de manchas negras


dobla el ocaso y tuerce su camino

hacia un centro que está adentro

en el adentro del todo


se oye la agonía

los lamentos de tanto sacrificio

por volar a ese destino cada tarde.




martes, 9 de noviembre de 2021

KANT CON BACH

 










Nada se puede hacer con el corazón ennegrecido


lávalo en agua de lluvia

lávalo en tus lágrimas


si tus manos de tan oscuras estuvieran ciegas


lávalas primero en agua de lluvia

lávalas en tus lágrimas


limpio el corazón ennegrecido

haz un pan y multiplícalo

pues en cada segundo de tu tiempo se esconden miles de bocas hambrientas.




jueves, 4 de noviembre de 2021

HÉROES. APUNTE NERVIOSO SOBRE LA IDENTIFICACIÓN HISTÉRICA.








                                                                               C. Kavafis. Restos de quien cantó a los héroes





                                                          LOS HÉROES




Unos caminaban despacio, como dios les daba a entender, hacia el carasol,

esperaban que llegaran otros

y, ya juntos, se miraban, reconocían sus voces,

sacaban a colación los temas de conversación preferidos,

huían del tiempo, de su decrepitud y no oían las burlas de los transeúntes,

dejaban de oler la peste de la pobreza,

la podredumbre, el tufo de la soledad


otros paseaban, solos, mirándose la punta de los zapatos;

no se enteraban de lo que iba y venía por sus cabezas,

es como si no pasara ya nada,

como si todo hubiese pasado, como si el olvido hubiera borrado lo peor y lo mejor;

paseaban, no prestaban atención a las risas de los ciudadanos cuando se cruzaban en la calle

ni a las bocinas jocosas de los coches cuando miraban modosos a izquierda y derecha por los pasos de cebra


otros iban haciendo muecas,

tragando aire entre estertores pop o dodecafónicos,

hipando a la espalda de sus labios anodinos;

pobres locos, con las manos apartaban las piedras que les tiraban los niños

en los parques,

los niños que se escapaban de los consejos paternos y maternos sobre la urbanidad, la decencia y el bien común


en total, los héroes las pasaban canutas en la ciudad;

había habido tiempos mejores,

pero ahora todo el mundo se reía de ellos,

aunque los jóvenes, y los parlamentarios,

hacían muecas, sin saberlo, inconscientes, que parecían rememorar lo mejor de sus gestas.

 



miércoles, 3 de noviembre de 2021

ALGORITMO

 






Había sitios por donde no pasaban las ratas

esos sitios los tenía muy pillados

podría hacer un mapa de memoria

seguir los rastros limpios

llegar hasta donde yo sabía


era enorme aquella ciudad vieja

las paredes roñosas

las puertas oscuras de las iglesias olían a sudor 

a dolor 

a pena 

a desesperación


sabía donde no había pobres que temer

me sabía de memoria las calles seguras

ni ratas ni pobres


era todo un laberinto

en realidad todo estaba mezclado: la vida era una pelota blanda donde se amasaba un plasma de esperanza y de miedo

una mezcla inclasificable


un día era bueno

y el otro mejor no estar o estar muy lejos.


Creo que este poema encierra el algoritmo de una vida en una ciudad hoy aniquilada.



sábado, 30 de octubre de 2021

YO-YO MA











                                                                                                                                          Yo-Yo Ma




Me imagino a Bach

cada día en su casa,

rodeado de niños,

mirando sin ver la espalda hacendosa de su amada,

urdiendo su música diaria,

rezando con las manos sobre su clave amigo


¿Qué sabría del mundo aquel hombre?

Buscaba en un rezo silencioso la belleza,

la complejidad del mundo en un padrenuestro renovado,

todo lo creado en el horno oloroso

del pan,

cada mañana.


Tal vez creyera de verdad que el mundo era feliz







miércoles, 27 de octubre de 2021

AVISO

 




Encontrar cada día en los campos ya cosechados algunas espigas olvidadas, las que no contaron para la inteligencia de las máquinas, aquéllas cuya recogida no era rentable para los algoritmos económicos, aquellas, en fin, espigas que pasaron desapercibidas al acero.

Recoger los pensamientos tirados al suelo, las verdades o palabras pobres, sin más, que enredadas en los pelos del gato dan vueltas por el pasillo de la casa. Una forma, pero no cualquiera, de escribir la historia, de despejar la siempre x, esa incógnita infinita que arma la ecuación fundamental de la vida. Eso es escribir lo que quiero escribir. Mirar de cerca los desechos, pasar a limpio lo que estaba condenado al silencio. Hacer del silencio una música, aunque torpe, hermosa, pura belleza, pura delicia para quien no se sabe libre, y lo es.


lunes, 25 de octubre de 2021

RE-VISIONES: VISIONES REPETIDAS

 

                                                                                                                                                                                                       Hiroshima mon amour, 1959





amar

amor: no ser


antes de nada

nadie

la epifania de ti


entre las sombras

antes de que hubiese luz

nací


la hora fue una aparición

somos de la materia de la alucinación


un recoveco sonoro de palabras

abortivas iluminadas hermosas como la piel limpia de los inocentes

es nuestra patria


nosotros

ahora solo restos

exiliados

en un metal desconocido

seremos descifrados

al fin




viernes, 22 de octubre de 2021

NO PODÍA EVITARLO, LE DABAN ATAQUES Y LEVANTABA LAS MANOS SIN QUERER






                                                                        Isabelle Huppert. De la película "Passion" de J.L. Godard, 1982






No podía evitarlo, le daban ataques y levantaba las manos sin querer;

estiraba el hocico, hacía túneles oscuros con sus labios,

susurraba, caminaba despacio,

aunque sus hombros delataban un cierto desorden, era bella,

era una muchacha muy bella, algo asimétrica, si se la miraba bien;

hablaba de una forma un poco rara, decía cosas que, a su pesar, siempre golpeaban en en el pecho

de los tipos duros.


En los éxtasis amorosos, que padecía en la soledad de su guarida,

se iba, se desgarraba, corría entre las olas de un mar infinito, de un mar de aguas de ternura,

toda ella era entonces una ola de bondad haciendo playas serenas en este mundo;

una ola que limpiaba la arena de alambradas, de basura, de espejos rotos, de botellas vacías;

sus compañeros obreros no la entendían, le decían que se posicionase,

y los otros, los gestores, los amos, le tiraban piedras sin más;

le seguían los perros y algún gato solitario,

las manos huecas, que le colgaban de aquellos brazos alargados, signos de tanta belleza,

como si fueran plumas o cuencos de barro donde se guarda el agua que refrescará la boca de los moribundos,

acogían la bondad que se enredaba en los rincones olvidados, 

después, con la ayuda de sus dedos, la sembraba, sembraba los granos de la bondad por toda la tierra,

limpiaba las playas, 

hacía de los robinsones hombres alegres;

no podía evitar, sin embargo,

que le dieran aquellos estremecimientos innombrables.


Cuando rezaba para desprender la suciedad de las paredes de las casas donde vivían los hombres y mujeres de su tierra,

movía los labios y sus dientes tricotaban palabras recién nacidas, agujas de una extraña belleza, letanías inclasificables;

los que la veían sólo sabían del bajar y subir de sus labios

como si su boca fuese una máquina de coser que bordara una sábana de bodas para un príncipe azul.


miércoles, 20 de octubre de 2021

SUELTO

 



Lo habían atado de pies y manos;

de eso, hacía ya mucho tiempo;

era un cuerpo empaquetado, las cuerdas resaltaban unas lorzas dignas de risa,

lo habían dejado en el rincón oscuros de la ciudad;

sólo algún que otro niño le pasaba el balón y él, como dios le daba a entender,

se lo devolvía, gesticulando una contracción muscular con todo su cuerpo, atado y bien atado.


Así pasaron muchos años,

hasta que un día la lluvia pudrió las cuerdas

y se pudo desatar. De esta manera, en una ceremonia privada,

fundó sus manos, fundó sus pies, su respiración, el girar, derecha, izquierda, arriba, abajo, su cuello,

expandió sus costillas como quien entona el himno nacional, respiró, tosió,

dijo: ésta es la mía, caminó, encontró en un nido de golondrinas colgado de un alero

el objeto de su vida,

decidió esperar cada primavera el regreso de sus pájaros,

los veía llegar de tan lejos, miraba sus trabajos, lloraba su marcha.

Decidió, a la vez, contar las lunas llenas,

escrutar la diferencia de los diversos blancos que las llenaban,

se mojó en el mar, una vez, dos, muchas veces,

hasta se hundió en las aguas y se bautizó, en una especie de comedia barata,

y se puso un nombre, y se dijo: yo soy.


Lo que nunca se atrevió hacer hasta entonces fue salir a la ciudad,

las calles le daban miedo, no soportaba la presencia de los otros,

son malos se decía, son muy malos, repetía para sí;

buscaba en su cobijo un trapo blando que le hiciera de madre,

y de padre, y le llamaba papá, y le llamaba mamá,

y le decía, cuéntame cuentos, enséñame a hacer amigos,

y un día el trapo de tanto escucharle aprendió a hablar y le dijo:

no seas gallina, sal, atrévete a comprar pan, a decir buenos días a alguien,

empieza por acercarte a los tullidos, a los ciegos del cupón, a los soldados, a las chicas de servir,

verás como te gusta, verás como les gustas,

y, de esta manera, se fue mezclando en la vida, el que antes no era más que un paquete, y ahora un suelto en el aire de los tiempos;

y aunque nunca olvidó su pasión por el vuelo,

por las golondrinas, y nunca dejó de esperarlas y de mirar su rastro en el cielo,

el tiempo se le fue de las manos,

y ahora quiere buscarse entre la multitud, entre el blanco de la niebla.


lunes, 18 de octubre de 2021

AQUEL RINCÓN NO ERA EL RINCÓN DE LAS DESDICHAS

 

                   


                                                                         De la película "La guerra de los botones"







Aquel rincón no era, como pudiera parecer, el rincón de la desdicha.

Allí los niños abrazados, con la mirada baja, los pantalones acuclillados, las manos fiebrosas y rebosantes

se estremecían diciéndose cosas los unos a los otros,

palabras de amor, escritas en billetes de tranvía, en entradas de cine de sesión continua;

las niñas se subían los calcetines blancos y torcían la boca para gemir

y entrechocaban sus rodillas y todos gritaban que eran felices en aquel rincón.


Pudiera parecer el rincón de las desdichas,

pero era la madriguera del amor,

un cuarto seguro donde el dolor quedaba afuera,

un poder no ser y ser otro entre la luz.


Era una oscuridad que duraba lo infinito de un instante

y dejaba una señal extraña, perdurable, en lo que quedara de día.






sábado, 16 de octubre de 2021

CIMA DE CUCULO

 



                                                            Vista parcial Valle del Aragón





Una vez en la cima,

vi las puertas de mi casa,

los muros detrás de los cuales el mundo se abre,

las montañas que me cuidan,

ante mi, una vez en la cima, las vi.


Hacia el sur, una brecha, una hondonada, un vaho amoroso que huele igual que mis sábanas,

sobre la que vuelan los buitres.

Observo el silencio de su vuelo, las alharacas de una felicidad postrada ante tanto milagro.

Sé que toda la felicidad posible habita en ese vuelo, en ese buitre, en su silencio;

baja, sube, gira, planea, mece las olas del viento,

garabatea el aire y escribe un libro invisible,

solo se escuchan las plumas al abrirse, solo se escuchan las caricias del aire.

¿Qué sabrá el buitre de su felicidad?

Al norte, las montañas, las crestas con sus nombres, el horizonte aniquilado, un azul inexacto que las orla con una humildad rara,

entre la piedra y el vuelo observo la luz, palpo la hierba, abrazo el cuerpo que me lleva,

la abrazo con largura; como hace frío aspiro su calor, consuelo mi fatiga, me olvido del día.

Queda el buitre volando, ajeno a lo que guarda,

pienso en la bajada, en el camino oscuro del bosque que me aguarda,

en el suelo resbaladizo, húmedo que pisaré.

Ya no veo el aire, ni las cimas, ni los vuelos.

Bajo los ojos a mis pasos, a los pasos de la vuelta.




miércoles, 6 de octubre de 2021

BAGATELLA Nº 25

 




                                                                                                                                              Cabo de Gata




Pudiera ser que lloraras por debajo del aire,

llena de sol, era muy pronto y ya estabas en la luz;

nadie tampoco iba a nombrarnos ese día, y, recuerdo

oír muy cerca la bagatella 25 anunciando un día de círculos concéntricos,

dando paso a la caída de la piedra en el agua de nuestros cuerpos,

haciéndose las ondas en un número incalculable

que a la larga cifró el sentido de nuestros últimos silencios.





martes, 5 de octubre de 2021

DE QUÉ ESTARÁ HECHA UTE LEMPER?





                                                                                                       Ute Lemper

 


Un buen día me dije:

¿de qué estará hecha Ute Lemper?

porque la carne del rey no es la carne del obrero,

ni la del pobre, 

la del santo no es la carne del torturador,

la mierda de la reina no es la misma que la que cagaba aquella loca que llevaba encerrada treinta años en El Pilar.


Toda la vida, lo que me quede de ella,

necesitaré para saber de que estás hecha, Ute, 

mi Ute,

tus tendones cuando cantan manipulan la física, y las órbitas elementales cierran los ojos y se expanden, dios sabe cómo;

tus manos, al atesorar el tiempo y la luz cuando te miran, distienden las fuerzas gravitatorias

y tu carne no es sino carne de misterio.


No se nombran igual todas las carnes;

cuando nos llamen uno a uno por nuestro nombre al último examen,

tal vez se ordenen todas con arreglo a una física democrática

y todos los cuerpos serán como si fueran ya uno,

y, al fin, podré tocarte, Ute, con la yema de mis dedos, ordenados y tranquilos.



lunes, 4 de octubre de 2021

OLIVIER MESSIAEN

 



Si me asomara a la ventana

para saber de una vez,

ahora que ya es mañana,

lo que importa o lo que debiera importarme

para ser un hombre hecho y derecho,

y encontrara en el niño que tristemente va a la escuela

o en el sonámbulo que nunca despertó y va al trabajo mirando los relojes parados de la vuelta

o en el loco con aire de sabio que disimula su dolor cerrando los labios locuaces y perdidos

o en el santo que reza para curar el vértigo propio y ajeno

o en el obrero que sabe que su hijo será ministro,

que su hija será ministra,


si supiera que alguien sabe la respuesta

a lo que importa, cerraría la ventana para siempre

y pensaría en ello día y noche hasta que un buen día

me sacarían a hombros a la calle y me dejarían solo

allí donde les dije a mis hijos que me dejaran para emprender el vuelo.


domingo, 3 de octubre de 2021

FUEGO DEL PARAISO





 

 

Es lo que tiene vivir en el paraíso. No hay que mirar siquiera  al árbol de la ciencia, porque allí se vive en un  un conocimiento recién nacido, que no necesita contrarios para inventar los signos: te amo con solo abrir los ojos, sin mirar, sin nada. 

Un amanecer es el amanecer y nunca puede terminar.

Ni fin ni para qué son necesarios, no existen en el paraíso.

Ahí se juega a observar los nidos que crecen en el árbol de la vida.

Los animales son todavía inocentes y los mares limpios están llenos de agua pura.

En el paraíso se escucha todavía el ronquido suave de dios, que antes de despertar y de saberse sólo dormía, apaciguado de sí.

Antes de dios no había dios, sólo sueño.

Es el rumor. Un rumor incesante que acompaña suavemente todos los movimientos de las cosas, de las hojas, de los animales.

Tan cerca estás del fuego primitivo que puedes arder. Vivir en el paraíso es estar al lado del fuego creador.

La poesía, que es otra forma de fuego, se extiende trazando calles irreconocibles, donde más tarde serán construidas las ciudades que mitiguen el dolor que traerá el paso hacia adelante al que fuimos/seremos empujados.



 


miércoles, 22 de septiembre de 2021

PSICOPATOLOGÍA DE LA VIDA COTIDIANA: PAISAJES CIUDADANOS








 



                                                                       ELLA


Era tan pobre que solo tenía una casa vacía. Solo tenía el vacío que alojaba aquella casa vacía. Sin embargo, ella sabía muy bien que ese vacío era inabarcable, difícil de controlar, imposible vigilar sus límites, heroico el defender sus fronteras. Así que tuvo que dedicar su vida a esa tarea imposible. Era muy pobre, sin embargo estaba obligada a administrar una hacienda que tendía a ser infinita. Un gramo de vacío es un océano, se decía a sí misma. Aunque, en realidad, no se decía nada a sí misma. O si se lo decía (nunca hablaba a los demás) lo hacía con hechos consumados; padecía un lenguaje hecho de cosas, de objetos macizos, de actos sin marcha atrás.

Los que la rodeaban, su familia, sus vecinos, sus colegas, la gente del mundo, en definitiva, la veían como a una mujer rara, inclasificable, intraducible. Su cuerpo era hiperreal y sobresalía del aire, y del entendimiento, de una forma ofensiva y sensual. Producía una excitación insultante y una ternura que debía ser reprimida al instante. Nadie de los que la veían eran conscientes de la confusión que les producía su presencia, del desorden eléctrico a que eran sometidos solo con verla. No eran conscientes. La gente, al verla, cerraba los ojos, o escupía imperceptiblemente, o le daban la razón sin escucharla. Sin escuchar el soliloquio de sus labios apagados.

Ella defendía el vacío. Había aceptado encomendarse a recogerlo, a ordenarlo. Antes, había tenido, cuando apenas era una niña, un novio que, perdidamente enamorado, se esfumó muy pronto, ardido de unas llamas extrañas, se fue, se fugó, murió. Así fue como ella comprendió que el vacío era una patria obligada, y que bien pudiera ser que contuviera potencialmente todo, y que, en ese caso, ella, hecha una demiurga enloquecida, se viera obligada a emprender una nueva creación.

Cerraban los ojos, los otros. Sus ojos, los suyos, no veían sino la alucinación que marcaba su destino: su trabajo infinito. Su cuerpo exhalaba un perfume que perturbaba cualquier posibilidad de paz.

Si la abrazaras, ella trazaría signos con un arma imaginaria (dura como el cristal de un espejo roto) que vendría a recordarte que no eres nada, nadie, o que, en otro orden de cosas, eres un monstruo que quieres invadir su territorio y aniquilarla para siempre.



lunes, 20 de septiembre de 2021

TENGO VÉRTIGO EN EL LABERINTO





 




No me mataré, pensaba el trapecista mientras esperaba la barra que venía a sus brazos, tan cansados.

Una vez más te tomarán mis manos, volaré contigo, veré el suelo ondularse,

mis pies volar, llenos de plumas, mis pies recién nacidos.

No me mataré.

Tan pronto concluya este viaje y reverencie a los ciegos que nunca me miraron a la cara,

iré despacio al carro de la amada;

allí suena la música, 

ya oigo cantar la sposa son disprezzata,

que me lleva a lo alto del silencio prometido, donde no es necesaria la justicia final,

sino el susurro primero, 

allí donde el agua brotó.




sábado, 21 de agosto de 2021

UN VERANO CON JORIS-KARL HUYSMANS




                                                                                    Juana de Arco y Gilles de Rais
 



Hundía el cuchillo.

Sus ojos supuraban una agua espesa, envejecida,

había olvidado mirar el bien y la belleza.

Miraba la carne corrida hacia la muerte:

era dios en la venganza, dios en su totalidad, en el mal total.

Hundía el cuchillo y escuchaba

a Pergolesi su stabat mater.

No está tan lejos el cielo, el bien, del goce de la perdición.

Esa era la promesa del engaño mientas iba consumiendo el día.




domingo, 8 de agosto de 2021

EL ALAMBRE

 








Desde su ventana, un alambre partía las mañanas.

Como ya mediaba el verano, lo poblaban las prestas golondrinas a su viaje sideral.

Las nubes se partían en dos, arriba y abajo del alambre.

Su cielo era un cielo dividido.

A menudo veía, al despertar, la ropa tendida del dolor,

su ropa, su dolor caído, suspendido por las pinzas de la verdad;

es mía esta ropa, es mío este dolor, pudiera haberse dicho,

pero no decía otra palabra que la necesaria para respirar,

para comer cualquier cosa, para soñar.

Miraba el alambre cuando sólo era una raya oscura, ruin, que iba y venía entre dos mundos invisibles

y creía ver un cuadro de tapies o una línea perdida de un pentagrama, donde sus músicos extraños hubieran podido hacer equilibrios impensables antes de caer,

antes de gritar,

antes del canto necesario.

Veía la línea infinita del alambre y cantaba con los dedos, golpeándose el pecho de tambor,

ensayaba cantos;

es mío el dolor, tal vez se dijera,

pero sólo cantaba por lo bajo y esperaba ver los pájaros volver.

La vida es extraña, se decía,

y sólo un ordenador cuántico

decidirá qué elegir entre lo uno y lo otro para, por fin, saber,

para, por fin, hacer hablar al olvido.

Y cuando cerraba los ojos, el alambre ya no estaba más.


viernes, 23 de julio de 2021

LETRA Y MÚSICA



Nota previa: 

La letra, a veces, es traída por el viento a traición, y se clava en el cuerpo, imprime carácter. Los caracteres tatuados quedan para  siempre y se dicen, a ver si así,  encuentran en el azar de los destinos un  consuelo.

Añado una noticia que puede dar algo de luz a uno de los momentos inaugurales de la música del siglo pasado. No estoy autorizado para citar las fuentes.



                                                              1 Letra


Era la luz, sobre todo, lo que me hacía inventarla, buscar, buscarla. Presentía su imagen en un futuro muy próximo, como si ese aspecto del tiempo fuese una masa corpórea, densa, manejable, que debía tomar robada como una fruta de un árbol ajeno. Era el disparo justiciero del Amo la señal de su presencia y de la consumación del amor que no terminaría nunca.





                                                                Música


                                                                                                              Luigi Nono




Cuentan que una tarde Lugi Nono y unos acompañantes devotos amarraron una sirga a unos semáforos de un barrio de Milan. Luigi intentaba atravesarla sirviéndose de una barra de fonambulista. Los discípulos, músicos arrebatados, curtidos en el mismo fuego del maestro, tocaban sus instrumentos, haciéndolos sonar disarmónicamente; parecían un grupo de niños pobres estrenando los juguetes musicales más humildes y baratos que les había dejado la caridad. Desde arriba, Nono gritaba frases inconexas: !qué suene el pífano!, ¡arrasad el gas con el diapasón!. No paraba de llorar, me dicen, porque sabía que la música nunca podría traducir el dolor. Gritaba, gritaba sin parar. Uno de sus discípulos anotaba con frenesí sus lamentos en un pentagrama que había improvisado en un papel de estraza que flotaba en el suelo de Milan aquella tarde gloriosa.


martes, 20 de julio de 2021

PÁNICO: LA JAULA ESTÁ VACÍA

 



                                                     La dama del armiño. Leonardo da Vinci




Quien sabe si la música y la palabra ahuyentarán a la fiera. No sería descubrir nada nuevo saber que ellas dos son la misma alimaña que debería rondar por nuestra paz. El miedo humano a su presencia inventa el desciframiento de sus huellas.


"Un buen texto se escucha antes de sonar. Es la literatura. Una buena partitura se escucha antes de sonar. Es el esplendor preparado de la música occidental. El origen de la música no consiste en la producción sonora. Consiste en esa Escucha absoluta que le precede en la creación, lo que componer supone, aquello con lo que se compone, lo que la interpretación debe hacer surgir no como lo escuchado sino como la escucha. Nada se quiere decir, nada se quiere mostrar.

Sólo la Escucha pura".

(Pascal Quignard, Vida Secreta. Último Reino VIII)




El sueño de ya no ser yo

de ser menos que nada después de mi

ser ya la estela

de un rabo de lagartija cortado en el aire

trazando los últimos signos

dejando de mirar y no mirar

esperando la nube que enajena






martes, 13 de julio de 2021

MAÑANA DE VERANO

 




Apenas se oye nada, El viento amortigua el canto de los pájaros, el mundo y sus tiovivos están lejos de aquí. Así que miro al horizonte, ocupado por mis montañas familiares, y respiro y noto que mis ancestros de papel me tiran de la lengua.





Descalzo, mis pies tocan la sombra,

tientan sus cuatro puntas aún frescas,

los cuatro despojos que la noche ha dejado entre las hojas:

el sueño, el terror disuelto en la primera luz, un recuerdos cifrado que no fue, la luz.


Piso la sombra y siento el frío que vive debajo de las piedras;

arriba, el sol sigue ignorante en su deslumbramiento y en su fuego,

lo que dicen ser sus rayos no llega al alma de las cosas

ni al alma de la sombra.


Mis pies descalzos son los pájaros que todavía no han volado

los pájaros saltarines, indefensos, ciegos al grano,

que duermen en el nido frondoso que durará entre las ramas del aire.


Piso los cuatro puntas de la sombra,

extiendo mis manos por mi pequeño reino,

noto el hielo volver y los cristales ya lloran preparando la vuelta.





domingo, 4 de julio de 2021

MÚSICA DE VERANO: JOHN CAGE II

 



                                                                       El origen del mundo. Gustave Courbet                




Apetece la música en verano. Cerrar los ojos a la inmundicia y taparse los oídos con una belleza espinosa. Todo acaba en silencio. Escuchen, al azar, a John Cage. Imagínense que viven en un alambre que se mece entre montaña y montaña. Disfruten.





John Cage II



Pasa su mano delante de tus ojos

como mago de circo,

como hipnotizador que llega de la argentina;

sin saber cómo, él tapa tus oídos, abre tus mares escondidos;

al despertar, cantan las caracolas como nunca han cantado;

aúllan de gozo y de dolor las conchas,

hace que tu lengua busque en ellas la sal

como si persiguiese, hocicosa, el coño sagrado del amor


.


miércoles, 30 de junio de 2021

MÚSICA DE VERANO: JOHN CAGE 1









                                                                                                                    John Cage






no era oscuridad, no era silencio ni vacío, era una música que, apenas se escuchaba,

se volvía hacia sí, mostraba su espalda, su desaparecer; volvía su cabeza coronada

y decía adiós con sorna, sonriendo con los dedos estirados, casi reumáticos;


si entonces hubieras mirado las últimas ramas del árbol del paraíso,

verías anidar en el aire unas notas desperdigadas,

verías los vencejos llevándolas lejos en sus picos,

creando el silencio,

el silencio,

el silencio,

antes de que llegaran los fusileros e hicieran ruidos con sus chasquidos, con sus toses,

con la impaciencia del final.




lunes, 28 de junio de 2021

POESÍA Y FORMA

 

Forma/artificio

Poesía/ lo por-decir

Poema/forma y poesía




En el poema, forma y poesía son su consistencia. La forma nada tiene de orgánico, es una construcción artificiosa, se parece a un jardín francés, esa máquina floral donde las mariposas confundidas revolotean, liban los jugos ortográficas y descansan hasta casi morir, pues no hay sentido alguno en tanta artificialidad con el que colmarse. La forma va haciéndose, avanza como surcos, nunca rectos, concéntricos o en forma de zig-zag, helicoidales, retorcidos, hasta que, gracias a ese proceso, aparece el poema que es la forma de la forma, es decir otra cosa que ella.

La poesía, enredada en la forma y desentendiéndose de su mandato, existe oculta como deseo: de decir, de crear, de ver lo nuevo, de destruir el sentido presupuesto. Busca decir lo indecible del decir, lo opaco de la letra, la voz que debe ser propia y una cosa nueva, la voz que no existe. Necesita camuflarse aunque sea en la misma luz de la forma, pero siempre se mantiene en la clandestinidad, apenas se hace visible, sólo se le per-sigue por ser objeto sospechoso, solo se la admite cuando su existencia, ya terminado el poema, es imprescindible, cuando ha vencido en esa guerra cruenta que sostiene con la forma. Porque la poesía la desenmascara cuando nace el poema, que es la síntesis, las cenizas de esa guerra cruenta.

Mientras llega la forma a ocupar el espacio, a ser ese dejá vu, la positivación de un negativo a punto de velarse para siempre, a ser ese imperativo que dice; mira, mírame, la poesía va perdiéndose en la beneficencia de la nada, en la oscuridad. Se hace sombra y voz.

La forma se sostiene en pie y perdura como una subordinación de la mirada. Como un vestido espléndido sobre el cuerpo reducido a cero de un modelo que aspira a no ser: poesía desapareciendo en cualquier oscuridad.

Es por eso por lo que el poema tiende a ser ilegible: luz y oscuridad se desentienden y necesitan la lucha para ser. El poema es el campo desolado después de la batalla. Yacen los cadáveres formales, respira un espíritu que cambiará el mundo.




martes, 22 de junio de 2021

FIN DE CURSO

 





¡Borra la pizarra!

Quedaba flotando un rastro blancuzco, polvoriento


las manos se hacían minerales;

manos de mica/brazos en cruz


la pizarra verde oscuro, negra otra vez, era el universo donde las cosas,

bien pudiera ser, ocurrieran de verdad


nunca fue la pizarra un espejo

donde me viera asustado, hurgándome la nariz





lunes, 14 de junio de 2021

LAS BODAS DE ORO

 





Se despiertan casi a la vez,

los reciben las mismas sábanas, la respiración ya eterna que ha caído día a día,

las paredes rebotando los sueños entremezclados, ilegibles,

los sueños desconchados, moscardones de ruido que no pararán de zumbar alrededor,

las ráfagas de luz les hacen hablar, se dan los buenos días,

hoy lloverá la gracia,

hoy nevará la alegría

y cubrirá la casa,

hoy el sol amarilleará las zapatillas que, casi muertas, llaman a los pies para resucitar,

hoy los caminos se harán muy largos

y la radio anunciará a mitad de la mañana

que le cielo se ha caído de una vez por todas

sin remedio, para siempre,

y sólo les separará un infinito

que les llevará tiempo descifrar 

antes de que anochezca otra vez.




miércoles, 9 de junio de 2021

¿QUÉ HABRÁ SIDO DE LA CASA DE CANETTI?

 







Lo que el enviado dice al padre una mañana en el desierto




Me has traído a un mundo demasiado grande,

sólo el desierto es un infinito que no alcanzo a distinguir;

entre tantas cosas pequeñas que encuentran mis pies se me van los ojos,

no sé porqué nos diste unos ojos medio ciegos.

No puedo escuchar el canto de la lombriz ni el susurro de la babosa cuando al fresco que hay cerca del pozo me paro a oler la tierra.

Ni las palabras que pusiste en nuestra pobre boca pueden mostrar el silencio

que me llega cuando veo a la amada acercarse desde una luz que no acabo de saber.


Así que déjame resucitar, no una sino muchas veces,

que sepa mi cuerpo distinguir el pan del vino, la carne de la carne, las manos de las manos,

y así, cuando de nuevo vuele, alcance a ver en cada ola el mundo posible donde no morirse nunca.