miércoles, 20 de enero de 2021

AL ENCUENTRO DE LO INTIMAMENTE AJENO

 





Uno nunca sabe las vueltas que puede dar lo dicho, y lo escrito, aunque sea en páginas inciertas y sin fundamento, como son las de este blog. Mira por donde, puede ocurrir que siguiendo el trayecto de unas vías nerviosas que trascienden el organismo propio y llegan, como es su menester, a otro, aunque ya pasado, siempre flotante en este tiempo incierto y presente, a veces líquido, en un flujo más plasmático que el que inventan cada vez con más misterio y socarronería las partículas elementales.

Así, lo que escribí aquí el 18 de diciembre y que titule Teatro verité, me ha llevado inexorablemente a un texto que acaba de llamar a mi puerta sensitiva y se ha abierto paso en mis adentros casi sin dar los buenos días.

Se trata de un fragmento de Robert Walser, ese inmenso escritor, algo ridículo si lo mirásemos según y cómo, el único que conozco que haya alcanzado todos sus propósitos y que murió abrazado por la nieve.

Quiero ver en él una necesaria simetría o un último esfuerzo suyo por apoyarme en estos días de invierno, donde la luz es clara y cada cosa parece lo que es, con aquello que dejó escrito, que es lo que vengo a decir:

Se abre el telón, uno ve el interior de una boca abierta, desciende por una garganta rojiza iluminada; por allí asoma una lengua ancha que lame. Los dientes que rodean el escenario de la boca son afilados y de una deslumbrante blancura, el conjunto se asemeja a las fauces de un monstruo, los labios parecen enormes labios humanos, la lengua se mueve hacia adelante, saliendo por encima de la rampa y rozando casi las cabezas de los espectadores con su punta fogosa...(...)...al fin los labios de la gran boca se mueven y pronuncian las palabras calladas, pero clara y cálidamente audibles: Comienza la obra ((Esbozo introductorio, 1907)




 

lunes, 18 de enero de 2021

EL HOMBRE BALA

 







Qué tristeza,

qué decepción.

Después de todo un verano

esperando ver en mi circo favorito

en acción

al hombre bala,

disparado

de un extremo al otro del espacio

entre el fuego y el estruendo


siempre había soñado

con saber de los mundos lejanos

de los hombres

bala


creía que vivían en un parnaso

de pólvora,

de gloria,

eternamente enamorados,

eternamente amados,

serios y limpios

leyendo los periódicos diarios,

mirándose la cara en sus propias fotografías

en huecograbado

a toda plana,

laureados entre los héroes

del tiempo


pero cuando vi por fin

el que iba a ser el mayor espectáculo del mundo,

de la mano del Gran Circo Americano,

me sumí en una tristeza espesa,

decepcionado

ante el corto recorrido logrado,

en aquel vuelo esperpéntico,

por un hombre bala que parecía querer

tan solo ganarse la vida

a duras penas


iba vestido con una camiseta de felpa

y con unas medias blancas

que no conseguían disimular

unas piernas ridículas,

como palos de escoba,

que nacían de una bola de sebo

y acababan en la nada huesuda

de los pies

calzados con botas de majorette

untadas en purpurina


qué triste el corto vuelo,

la caída a plomo de aquel saco de carne.

una trayectoria vergonzosa,

impresentable,

desde un cañón de cartón pintado de amarillo

hasta una malla que parecía una lona del bombero

torero


no quiero recordar

cómo el buen hombre

después de la caída

se quitaba el casco

con cierta solemnidad pomposa,

disimulando su vergüenza,

miraba hacia las gradas llenas y gritonas

y esperaba suplicante

la cascada de aplausos

como el pobre la limosna


me viene a la memoria con pesar

cómo algunos espectadores desde las localidades más baratas

se mofaban del artista con risotadas

y gestos, que recién inventaban

para recrearse en un vituperio festivo,

que, al menos,

divirtiera a los vecinos de al lado,

y todos competían en el insulto

y el escarnio.

Menos mal que en las sillas de pista,

en las localidades de invitados

y de autoridades,

donde se acomodaban las familias de bien y distinguidas,

aplaudían con decoro y displicencia,

como si el hombre bala,

todavía en el centro de la pista cabizbajo y con el casco en la mano,

acabara de dar una conferencia

sobre el cid campeador y la toma de valencia


vaya timo, el hombre

bala


no podía dejar de imaginar

el bochorno de sus hijos

al entrar el lunes al colegio,

queriéndose escurrir por las esquinas

o por los urinarios infames

de aquellos antros de dolor

          para que nadie con su dedo viperino

          señalara sus cabezas por aquella derrota 


aunque la humilde verdad es

que, una vez que la gente pasaba por el arco de bombillas

de vuelta a la calle,

cundía el olvido y la hermandad,

cada uno se gana la vida como puede

se decían los unos a los otros,

y yo imaginaba la ternura,

abriéndose paso en quienes lo esperaran

cuando, terminada la función,

el hombre bala,

libre ya de la misión de ser estrella fugaz,

habiendo volado una vez más sobre tantas cabezas que miraron arriba esperando el milagro,

acudiría feliz a su retiro

a refugiarse en la cena

junto al delantal de su mujer recién lavado,

llevando a sus hijos

unas peladillas sobrantes de las que repartían los payasos a los niños guapos

y unos globos enredados en sus dedos

y en el pecho orgulloso, a punto de estallar,

el beso de las buenas noches.






jueves, 14 de enero de 2021

PROYECTO DE TEOLOGÍA POPULAR PARA ROBOTS, MARCIANOS Y OTROS SERES SIN ALMA

 


uno


Hoy sé que dios existe

pues ahora caigo en que no he dejado nunca de recoger piedras

que guardo en los baños,

en el salón,

en los rincones ciegos

y en el jardín de mi casa.




Dos


Todos los hombres y mujeres que me cruzo por la calle

llevan en sus manos las señales blancas de haber amado,

por eso apenas los distingo, y a veces de tan transparentes

paso por su cuerpo y ni siquiera tuercen su boca cuando camino a su través.


jueves, 7 de enero de 2021

RESURRECCIÓN

 


Qué hacía aquel loco medio en cueros

manchado de sangre y atravesado su pecho de señorito

por una lanza

mirando sin saber a donde

perdido en el mundo

diciéndole a su amada

no me toques

como si ni él mismo creyera haber resucitado de entre los muertos

como si tanta luz que de repente había

y el mismo rostro inmaculado de la amada

espantasen la agonía dulce de la liberación,

y le asustase pisar el mundo nuevo

tanto que los pájaros se olvidaron de sus cantos

y le enseñaron a deletrear el silencio

con sus picos.

miércoles, 6 de enero de 2021

GDANSK


 


Pájaros posados en el río helado.


Esperan quietos el fluir de su río.


Esperan una resurrección.


El cristal de lo que fue su vuelo aguarda deshacerse en el discurrir de las aguas.


Cuando fluya el río volará el vuelo,


y los pájaros volarán también.


Los pájaros sólo son en los reflejos del agua cuando viaja.


Sólo existe el vuelo en el fluir,


y el pájaro es el agua cuando ya no está.






Gdänsk 5/3/2018


lunes, 4 de enero de 2021

NO LO DEJABAN EN PAZ

 





Como no lo dejaban en paz

cuando

cada vez con más frecuencia

vomitaba unos vómitos

casi universales

se atragantó y a punto estuvo

de volver a tragar aquello que

sus dedos habían trabajado para echarlo al vacío

casi se muere

movía los pies y las manos

pidiendo clemencia

cuando al fin pudo hablar

habló

uff!

dijo

y acabó su vómito abortivo

vomitó hasta el final

INSULTOS




 En el destierro encontró el gusto en el insulto

 aún estando afuera 

fue hallado 

y le cortaron la lengua 


ha encontrado el gusto en los insultos que salen de su lengua falsa 

de la pseudolengua 

propiamente dicha.