sábado, 20 de abril de 2024

ECLIPSE DE LUZ

 







Y el pequeño pájaro ocultó al sol y se hizo una sombra que cubrió todo el mundo

tan grande era el pájaro pequeño


una sombra de luz/de noche iluminada/de luz/de luz


y los ciegos cuando se agachaban para coger la moneda que les tiraban los ricos

cerraban los ojos para no verse reflejados en un espejo traicionero en su cara y en su cruz



20/4/24




viernes, 19 de abril de 2024

CALLE OSCURA

 

  

                 

                                                                                                                              Calle Pignatelli 





La calle oscura como una culebra negra

o mejor como un lagarto negro porque era recta la calle oscura

había vómitos cerca del pecho de unos niños que miraban los cristales sin verse reflejados

eran ojos y cuerpos que aspiraban a un más allá por la carne

papeles en color y un hombre que dibujaba pasos horrendos con sus pasos de borracho

se olía el aliento de los que van a casa y no saben que van a llorar

nadie se miraba en la humedad negra del espejo bajo los pies lleno de cáscaras de plátanos y esputos infames

un águila cruzó el cielo por segunda vez

un hombre pequeño y triste buscaba una puta y parecía que su madre iba a avergonzarse de él

era por la tarde cuando si llovía el mundo aquel resucitaba

las cuevas oscuras me daban miedo

hombres furiosos lanzaban torpedos cuando decían gol gol los domingos por la tarde

era un cuento de miedo

había veces que cerraba los ojos para no ver y un vuelo me llevaba de la mano a la mano abierta de mi casa










martes, 9 de abril de 2024

DESAJUSTES SOBRE EL LIBRE ALBEDRÍO

 

Circuito y libre albedrío. Agon/agon



La tecnología, y la ciencia cuando, encogiéndose, se identifica con ella, se proyecta en ella, sólo es capaz de producir lo que siempre ha estado allí.

Los circuitos que van de A a A' funcionan ajenos al libre albedrío. Éste exige desobediencia, posibilidad de desobedecer, y los circuitos son el significante princeps de esta obediencia, y de la eficacia.

El circuito cortocircuita la necesidad que la humanidad tiene de lo humano, del hombre y la mujer.

No existe lo otro en el circuito. El circuito funciona con una falsa lengua de signos que no significan nada porque son automatismos. Condición de la eficacia. No del silencio. El circuito no conoce el silencio, esa obra del lenguaje.

El circuito derroca a Dios y toma el poder de un poder supuestamente abatido.

Podemos conjeturar sobre lo que nunca ha estado allí. Dios es lo que nunca estuvo allí. Es el significante de la desobediencia, la premisa de lo que se llama libre albedrío. Lo que el circuito aniquila.

No hay que preocuparse por saber si el libre albedrío existe o no. Éste no es necesario en donde todo siempre estuvo allí.

Lo que funda la humanidad (no la masa, sino lo humano) es la posibilidad real de (desear) irse a ese otro sitio donde nunca nada ni nadie han estado allí.

Ese lugar por donde andan los dioses. Y sabemos que no es un lugar esotérico sino metafísico y real. Y existe, aunque fuera de sitio y tiempo, y se llama Inconsciente. Pura materia. Materia pura que no cesa de producir síntomas, el principal de los cuales se llama sujeto humano. Ese ser dividido: siempre ha estado allí/ siempre está por irse a donde nada ni nadie estuvieron allí.

Sin el inconsciente no habría metáfora, y el lenguaje no existiría, pues en su lugar sólo habría reproducción de un automatismo radicalmente autoritario.

No hay que confundir el libre albedrío con la posibilidad de elegir una opción entre otra, dada una disyuntiva que se presenta. Uno no elige entre A y B. Los circuitos por donde circula la eficacia no dudan, no eligen, saben por donde tirar, si por a o por B, y, aunque “se equivoquen” nunca fallan.

La única elección real es entre no elegir y elegir, poco importa A y B, nunca se llega a un punto donde la elección haya terminado su función. Pues, si se opta por elegir, la elección no termina nunca. El libre albedrío es un tiovivo conducido por un operario al que, como en la película de Hitchcock, le acaban de pegar un tiro y está caído de bruces sobre los mandos de la atracción de feria.

Ese hombrecillo caído en el centro del tiovivo que no para de girar es el significante de Dios como fundador del libre albedrío.

¿Es que nunca estuvo aquí la posibilidad de elegir elegir

Si la existencia del libre albedrío pudiera indagarse valiéndonos de la estadística, cabría decir que no existe, o que es una mera posibilidad que se acerca a 1 entre infinito. Pero la estadística aplicada a la conducta humana se ve influenciada por el deseo, esa cualidad que se resiste a los números y que es material, a diferencia de ellos.

Pero sí, el libre albedrío cuenta poco, si nos atenemos a la eficacia que aquí se exige. Es una consideración, en primer lugar teológica y, en segundo lugar ética. Pues sólo el temblor, el desasosiego, ante lo absoluto o ante la verdad, hacen que el sujeto humano salga de los circuitos eficaces y se vea en la necesidad de elegir, pues allí no hay completud que le asista.

Cuando no se sabe lo que se quiere decir cuando se dice algo (una manifestación, entre muchas otras, de la incompletud) hay conciencia de un saber asociado al decir y éste deja de ser un eslabón mecánico de un circuito de certezas. No saber lo que quiere decir lo que se dice abre las puertas a un nuevo saber: que lo que entonces se dice dice más de lo que quiere decir. Es entonces y allí cuando estamos al albur del libre albedrío, una libertad impulsada por algo que está fuera de lo que puede ser contado (contabilizado).

El libre albedrío se anda por las ramas a la busca de bosques nunca transitados. Esos incontables bosques que intuimos, a veces, con los ojos cerrados para no ver lo que mandan que veamos.

El libre albedrío no sirve para producir conductas sino para decir algo que, sin entenderse, ha costado eternidades, y sufrimientos solidarios de todos los hombres y mujeres, en ser trenzado, dicho, escrito.































miércoles, 27 de marzo de 2024

MIRAR

 




No te atreves a mirar aquel agujero donde antes gritaba el mundo vivo

y ahora apenas queda un rumor del armisticio

ni recuerdos ya

ni el olor de los fuegos que encendiste

ni el dolor que gustabas cuando ella se iba cada día


solo puedes mirar donde ahora crees que algo todavía late

es un lugar oscuro donde todo es posible

un vacío dadivoso

un vacío materno ensangrentado que volverá a acogerte

donde solo cabe lo posible y siempre nada


allí se escucha un silencio final y trabajado después de tanta espera consumada

un silencio de bien hecho de harapos

donde trenzar sin apenas esfuerzo

la escala que te alce a tu primera casa con jardín


allí las x de tantas ecuaciones no resueltas van a deshacerse

como si fueran pequeños puntos suspensivos que te llevarán al sueño

al amor sin fin y sin objeto

a no obligarte nunca a mirar a ningún sitio prometido.







jueves, 14 de marzo de 2024

ENCUENTRO

 




Un día se encontró con un animal extraño

tenía ojos y boca y tenía labios

el animal lo miraba de frente

pedía algo

era un ser sorprendente

una revelación que la vida le había guardado sólo para él

no le supuso ningún nombre

tenía manos

unas manos blancas que a veces hacían una cueva donde guardada su cara

un día el animal habló

qué extraño dijo

el animal dijo qué extraño sin apenas mirarlo a los ojos

le contestó moviendo los labios

porque no encontró palabras

si hubiera encontrado las palabras hubiera escrito un poema de amor

y se lo habría dado





lunes, 11 de marzo de 2024

LA REALIDAD: BUSCA Y CAPTURA

 

   


                                          

                                                                       Mildred Burton





La realidad habla pero no se le entiende.

Revela por el mero hecho de ser. La realidad implica revelación.

Ese decir, esa revelación no supone que exista un receptor que la comprenda, que la interprete al pie de la letra.

No existe tal letra en ese hablar de la realidad. Nadie que la escuche a través de la letra, podrá entenderla.

La realidad es compleja en el sentido de que no existe una coagulación de ella que pueda ser diseccionada, estudiada. Cualquier “muestra” de la misma es una manipulación, una falsedad.

La realidad es indivisible. No existen fragmentos reales de la realidad.

Por eso la realidad es irrepresentable. El realismo es una falsificación de lo más auténtico de la realidad, que es la realidad misma.

Sólo puede representarse lo que de ella podemos absorber exclusivamente a través del inconsciente.

La parte del sujeto tomada, poseída por el logos, que es inoperante para saber de la realidad y que, en consecuencia, tiene como misión reducirla a una letra, a un discurso lógico (sometido a lo que ese logos pueda dar de sí) queda (des)compensada en el otro extremo por el inconsciente.

El inconsciente absorbe, se empapa de la realidad, más allá del principio de interpretación, y ésta sigue viva, latiendo en el sujeto letrado e ignorante.

El inconsciente hace saber.

El sujeto es poseído por la realidad a través del inconsciente. Por el inconsciente.

Lo más importante del inconsciente es su operatividad. El inconsciente no deja nunca de funcionar: trabaja, constituye, crea, tiende a, hace vivir al humano un plus puramente humano, más allá de lo estrictamente animal (la programación para la persistencia biológica) y de lo pertinente al logos (la pretensión de transformar la realidad en un discurso homologable por ese mismo logos, en un texto que él pueda leer).

Una vez dije que lo que se reprime (en el sentido psicoanalítico) es el amor. El amor es una expresión de la realidad. Indómita. Inenarrable..

A lo que cabe añadir: lo que se reprime (en el sentido censor) es el inconsciente.

Así, por ejemplo, los represores pretender establecer listas de legitimidad de lo que, sin tener ni idea, extraen de lo inconsciente: así predican sobre placeres legítimos, sexualidad legítima, agresividad legítima etc. Legítimo es, para la represión, aquello que es válido para la eficacia, para que lo humano sea, por fin, una máquina eficiente. Más "salud", más “seguridad”, más “claridad”, menos caridad.

La eficacia pretende transformar la realidad en algo reproducible a través de cualquier máquina.

Reproducir es poder.

Sin inconsciente sólo habría reduplicación, copia. La realidad sería una copia de la falsificación de la realidad que hace el logos, siempre al servicio de lo asimilable, de lo permisible.

El inconsciente no copia la realidad.

El inconsciente repite: no cesa de revelar la existencia del intervalo que hay entre las cosas de la realidad, lo que hace que ésta pueda ser soñada, narrada, recordada y olvidada.

Ese hueco, el intervalo, es el eros, el silencio que inventa la música. El tic-tac tartaja de la repetición, el intento de pillarle los pies al intervalo para hacerlo desaparecer es la muerte, con su silencio solidificado que no termina.

Frente a la disolución que la realidad lleva implícita, frente al ex-tasis, a la fuga, a la deserción de los márgenes impuestos por el intento de convertir la realidad en un texto inteligible, la represión actúa. Con la fuerza de un gulag blanco, de un auschwitz que por fin no teme decir que ha triunfado desde el principio mismo de su levantamiento.

¿Cabe vivir en una coexistencia dialéctica entre el logos no sometido a lo aceptable y el inconsciente atendido, no reprimido, no aniquilado?.

Tal vez un día podamos soñar dormidos y crear despiertos. Tocar el color que todavía no hemos barruntado con las manos y quemarnos en una fulguración amorosa que no exija retorno.

Porque, es cierto, la realidad en su escabullimiento ha dejado sus restos en los rincones, en los agujeros del suelo, en las fosas sépticas, en los charcos donde beben y se miran los perros, en los depósitos donde duermen los marginados, los santos.

Sólo los santos atienden el inconsciente sin espantarse. Los santos no padecen vértigo ni fobia a esa oscuridad que les llama para invocarles y abocarles hacia la luz. La misma que invoca y aboca a todos los humanos que no decidan vivir muertos.

Los santos no se escandalizan. Abrazan el bien y abrazan el mal. Se saben humanos y caminan pegados al suelo como si nunca hubieran sabido leer.

El arte es ágrafo y vive de los sueños.

El arte solo vive de la realidad. Y la salva y nos salva.



                                                                              Manuel Agujetas












miércoles, 28 de febrero de 2024

TRATADO BREVE DE POÉTICA

 




¿Cómo saber de aquello: la fiesta concreta del amor

Exacerbada su pasión porque detrás y muy cerca estaba el adiós

El final

El primer signo

Cuando los líquidos que el verano absorbía llegaban a lo más alto de un cerebro universal

Fuera de sí

Fuera de todo?



¿Cómo explicar aquello que no tiene palabras?

Aquello que si existe es precisamente porque no tiene palabras

Y está a la espalda de la historia

A la espalda de todo

Del mundo

Del sentido de la vida y de la muerte.



Escribirán los que saben hacerlo para rodear un vacío de su conocimiento

Para inventar el espacio cálido

Donde se supone que tuvo lugar el gozo

Y el adiós



28/2/24










viernes, 23 de febrero de 2024

S/algo

 



S/algo




Ese algo fue lo que trajo al nido donde crecerían los pájaros que iban a poblar el aire

el veneno que hacía que toda memoria se fundiera en ello

como pegada a ello y convirtiendo lo que pudo ser pensar /volar en un eslogan muerto/la muerte/

la sumisión.

Si los pájaros en su vuelo ver pudieran las cosas que ocurren en esos valles potencialmente bellos

embarrados por los tóxicos

aún así valles/

nuestros valles

los valles que los pájaros han dado a sus hijos que ahora se adormecen

pegados al abismo hipnótico de la depravación que los convierte en plásticos

o en drones que ven lo que han robado a sus ojos

serían libres o simplemente libres transformadores de la miseria.



23/2/23




jueves, 22 de febrero de 2024

REPETICIÓN E INTERVALO

 


                                                



Todo el esfuerzo se invertía en disimular, camuflar, borrar la Repetición: el ruido infinito, casi monocorde, de lo Uno yéndose y viniéndose sobre el desecho de la cosa muerta.

A la repetición querían confundirla para fingir que no existía, llamándola orden, armonía, rutina, calendario, historia, geometría, arte, sincronía, música. Pero es imposible que la Repetición no se revelara, aunque quisieran cambiarle su nombre, porque, por encima de rodo, la repetición es la materia de la muerte que se infiltró y llegó a la vida a través de un Accidente inexplicado.

La Repetición corre pisándole los talones al Intervalo que vive entre el Uno y el Uno, va tras su aniquilación. Suprimir el intervalo supondría el triunfo absoluto de lo Uno en su quietud. Sería el triunfo de lo Absoluto. El absoluto Mal. Una muerte elevada a la potencia infinita. Pero no: es imposible que el intervalo no sea, no esté, no separe, no mantenga lo vivo entre lo muerto, porque está hecho de silencio puro y es lo inmortal.





martes, 20 de febrero de 2024

TRES FRAGMENTOS SOBRE EL MISMO TEMA

 




                                 TRES FRAGMENTOS SOBRE EL MISMO TEMA




                                                                        UNO


Poema encontrado en la última página de Guía espiritual de Miguel de Molinos, edición de Alianza Editorial, prologada por José Ángel Valente.

El libro lo compré en junio de 2004. El poema es, con toda seguridad, de ese mismo año.



Háblame. Yacido

aniquilado como el óxido que han creado las lluvias

recojo las palabras

así también los fríos de todos los inviernos


Hago con ellas cuentas de luz

en esta noche donde nada queda sino esperar el alba


Despertaré cuando aquéllas ya sean sólo ruido

cantos de pájaros sencillos

o el chocar de las gotas remorosas en los cristales de fuego


Ruidos que acompañan ignorantes

los oídos apagados de los muertos




                                                                DOS


                                                               Sueño



Estoy con Joan Manuel Serrat, tal como lo recuerdo en los años sesenta o setenta.

Le digo que si en Cataluña quieren hacer una revolución, una revolución buena (que no sea una mera venganza, sino algo nuevo, algo que no puede saberse lo que es o será) deben dormir la siesta.

Le digo que aunque lo que se haga en ella sea sólo dormir, tiene algo voluptuoso: el deseo animal de dormir, el azul del cielo del verano, algún olor determinado.

Joan Manuel me mira con atención. Me escucha. Parece entender algo.


18/2/23




                                                                           TRES



A cuyo salto volvió de pronto

y en aquel cuerpo encontró lo nuevo

y supo que la verdad es No

es saber llegarse al punto cero

el centro de lo más invisible.


20/2/23





martes, 13 de febrero de 2024

¿ELECCIÓN?

 




¿Elección?


En un principio el ser humano se vio ante dos caminos:

1 El Amor: una espiral que le llevaba a sí mismo y a la unidad con lo universal, conduciéndolo a una inacción activa y ácrata.

2 La Emancipación: una espiral que le llevaba de lo orgánico a lo inorgánico, de los flujos a la abstracción y así, al progreso, a la riqueza y al orden social.


Hubo que cavar un pozo muy profundo y enterrar el Amor.


Guardar, del Amor, sólo una huella desactivada del fuego primitivo.


El Amor es lo reprimido, lo originariamente reprimido.


Como tal, siempre está ahí, inabarcable en el intento de ser suprimido, haciendo de los sueños aventuras que le despiertan del terror de estar despierto.


El retorno de lo reprimido supone un encuentro con una verdad inasimilable: que el Amor sólo existió.


Y que el miedo a la muerte es el miedo a saber que ya estamos muertos en el exilio.


8/1/24


miércoles, 7 de febrero de 2024

EXCURSO

 





Sinceramente

ese hombre

nada más levantarse vio la niebla en su ventana

y se dijo

sinceramente preferiría seguir durmiendo

y así fue como despacio

se precipitó de un salto en lo más blanco de las sábanas

aún calientes

sinceramente cálidas

y a plena luz blanca

esa luz que exhalan las sábanas al ojo único de cada uno cuando sabe tratarlas

de tú a tú

fue viendo las secuencias de un sueño que tuvo de joven

que no acababa de entender y al repasarlo a la luz de esa luz

fue sabiendo algo más

y de esa forma

a la vez que la niebla iba levantando

tal es la fuerza del sol

se tendió medio desnudo en la cima del monte

al que acababa de llegar


y al poco regresó

inició el descenso siempre peligroso

sinceramente bajar cuesta más que subir

bajar del sueño rebobinado

bajar del conocimiento adquirido

bajar a donde hubo niebla y ahora sol

bajó

llegó y ya en la alfombra que se doblegaba al lado de su cama

la cota cero de su vida

se puso de puntillas y ensayó el mirar en la lejanía

y pensó que por fin veía la torre Eiffel alzándose para él en el orgullo de su cuerpo de metal


7/1/24


martes, 6 de febrero de 2024

TEORÍA DE LOS LABERINTOS. CONCIENCIA E INOCENCIA

 


TEORÍA DE LOS LABERINTOS. CONCIENCIA E INOCENCIA


En su casa había un pequeño camello, algo mayor, pero no mucho, que una figura de belén, de textura blanda, deshilachado, de una materia indeterminada que, para entendernos, pudiera parecerse al esparto. Lo importante del asunto es que quien había vivido allí tenía a esa figura como si en otro tiempo hubiese sido un camello real, reducido ahora a ese tamaño minúsculo y dotado de incorruptibilidad eterna. Lo importante, lo más importante, es que este proceso de atribuir al camello esa cualidad era algo automático, o no era nada, el proceso, porque el camello había sido así y ya está. Todo lo demás serían especulaciones desde la distancia, que nada tenían que ver con la realidad vivida. No habían mediado, pues, trabajos de lo que podría llamarse conciencia. No hubo conciencia de creer que el camello era un camello real transformado en lo que ahora era, ni conciencia de verosimilitud o inverosimilitud de esa creencia. No hubo nunca conciencia de creencia alguna. Las cosas, como eran, como son, creaban, crean, la realidad y la conciencia podría actuar después cuando, por alguna rezón, o sin ella, fuera llamada a filas. 

Se ve claro, creo, que plantearse el papel de la conciencia de quien vivía en aquella casa en relación al hecho (inexistente, porque si hablamos del hecho ya estamos suponiendo encima de todo a la conciencia y ya he dicho que no era necesaria la conciencia para crear el camello, que éste ya había estado allí desde siempre sin necesitarla para existir) es un asunto posterior, sobrevenido, seguramente inaugura la ruptura, la aniquilación de una vida para empezar otra. La conciencia como muro separador de experiencia. Juicio de la realidad. El camello, en otros tiempos de tamaño real, ahora pequeño, era anterior a cualquier consideración de la conciencia. Quiero decir que esta conciencia es llamada a filas para contrastar un principio de realidad, que es el que resulta de un consenso común de varios otros sujetos a los que la conciencia solicita su parecer. Pregunta de la conciencia a los testigos: ¿Creen ustedes que un camello real ha podido convertirse en esa figura? Y, entonces, ¿qué papel tuvo la conciencia en la atribución de esa cualidad en la persona que allí había vivido? ¿La conciencia se hizo presente cuando alguien le dijo: estás loco si crees que ese camello un día fue real, o si esa fantasía infantil se ha colado en tu vida sin haber tomado conciencia de esa coladura.?

Caer en la cuenta de que lo que fue pudiera no haber sido así. Y caer en la cuenta de que nunca se había caído en la cuenta de ello: atribuir al camello una cualidad A, siendo posible entender que ese mismo camello pudiera haber tenido otra cualidad B que, tal vez, hubiera sido más ajustada a la realidad, más razonable. Caer en la cuenta de que la realidad primera (sin testigos, ni conciencia) es distinta a la realidad segunda, con testigos y conciencia. Saber de la relación de aquel habitante primero (¿inocente?) con los testigos que son testigos de la periclitación de su vida hasta entonces.

Esas barreras de ese “antes” y de ese “después, de esa aparición forzada por “la razón” para deshacer un entuerto o ajustarlo a la realidad que conlleva el final cataclísmico de la primera realidad, constituyen el espacio donde de juega la posibilidad de que la creación no sea la reproducción de cosas ya establecidas y con la sola vitalidad de poder reproducirse idénticas en un infinito temporal-.

Establecer diferencias entre la vida y lo muerto.


Las capas de cebolla de la conciencia. Conciencia de A. Conciencia de tener conciencia de A. Conciencia de tener conciencia de tener conciencia de A. De esta forma, ocurre, puede ocurrir, que, cuando la conciencia descansa entre guardia y guardia, A se presente como una revelación, como una visión, como una novedad que irrumpe, iluminándola, en la experiencia cotidiana y mortecina de la vida. A aparece desnuda, despojada de los vestidos de la conciencia que pudorosamente la resguardan del escándalo de ser realidad pura. Inocente.

La conciencia corrige lo que un día creó un sujeto mientras todo dormía, excepto él.

Y está el cine. Se basa en que la cámara, como señala Albert Serra, ve lo que el ojo humano no ve. La cámara no tiene conciencia de que ve y por eso ve lo que el ojo, y su conciencia inseparable, no puede ver o, más exactamente, ve y lo borra a la vez, aunque bajo el borramiento quede lo que los sueños, que no recordamos, guardan como  un resto vivo de aquello, que amenaza con boicotear a esa realidad tamizada por la buena conciencia.

La cámara capta y después el espectador que paga para poner erecta su conciencia deja que ésta goce. Ver, mirar, mirar que se ve, ver que se mira. Después de todo, hay un mensaje que aparece como corrector de los perjuicios que causa andar por los laberintos de la percepción. El mensaje lo aclara todo, tranquiliza a las conciencias confundidas por tanto tomar nota de lo que se ve sin llegar a un acuerdo sobre lo que a la realidad conviene. El mensaje vela, procesa las imágenes que, de nuevo, se reducen a un algoritmo lógico, no a un símbolo, esplendoroso, creativo, fulgurante, metáfora generatriz y viva, sino a un mero signo: rojo: prohibido cruzar.

¿Cómo podríamos ver con los ojos cerrados? Poner un antifaz a la conciencia, no para que se duerma sino para que, yendo a lo suyo, a saber que sabe, no nos diga como ver lo que el ojo puede ver, el ojo que guarda lo que no queremos saber de la realidad y de nosotros que somos la realidad que ve la realidad.


jueves, 1 de febrero de 2024

VIDA DE ARTISTAS: 1









 






Erase una vez un hombre que sólo hacía muecas: desacompasadamente movía los brazos, hacía

genuflexiones sin venir a cuento, daba palmadas mirando de reojo, abría la boca como si quisiera batir un record de bocas abiertas,

pero un día se dio cuenta de que en ese preciso momento estaba muy cerca del escenario, así que se acercó al telón y por una rendija miró al patio de butacas, naturalmente vacío porque el teatro donde vivía era un reducto del pasado; su familia fue acogida allí gracias a que sus padres habían sido saltimbanquis sin ningún pedigrí, sin cabra siquiera, pero graciosos, indefensos e inofensivos,  de modo que fueron dejados de por vida en aquel corralón por caridad o justicia social; 

el caso es que el hombre nada más mirar al patio de butacas sintió un ridículo espantoso, se hundió en la miseria, renacida, revenida ante la catarata de vergüenza que experimentó.

Y entonces dejó de hacer muecas,

dejó de hacer cualquier cosa

ya nunca hizo nada

quiso ser invisible y no hacer cosas ni siquiera las invisibles,

fue deshaciéndose, borrándose,

no podía soportar el ridículo que aún estaba grabado en un corazón

cito

de memoria,

se fue yéndose

del todo,

si alguien lo hubiese buscado no lo lo encontraría,

a la hora de morir

eludió la última hora por vergüenza torera.

¿Dónde está ese hombre

dónde estará?

31/1/24



sábado, 20 de enero de 2024

ENSAYO SOBRE LA BELLEZA

 







ENSAYO SOBRE LA BELLEZA



La belleza era oír lo que alguien tocaba detrás de aquella puerta

hubiera ardido el louvre y como si nada la belleza ahí seguiría

escuchaba aquella música pobre de pobreza y alta de miras y de ángeles de alma

un terremoto hubiera podido borrar ginebra y la haya y estarsburgo y bruselas y como si nada levantaría lo justo su tacita de café frío con leche para seguir con los ojos cerrados la música que a él solo le llegaba

podría terminarse el mundo de una vez

y la belleza le envolvería fresco como una rosa y alegre como un pájaro que canta sin saber que canta.


20/1/24






miércoles, 17 de enero de 2024

CORTO

 







CORTO



Madrugó como quien va al cadalso de buena mañana

la ciudad todavía no se había acostado

la ciudad estaba de fiesta

se oían los dedos que llamaban sedientos a los camareros y a los limpiabotas

y a algunas meretrices de melena roja

arriba los pájaros se organizaban para la marcha

la larga marcha

ver el mar desde arriba no caer llegar

el hombre atravesó las calles haciéndose el muerto

querría no darse a entender a los que festejaban la noche inacabada

bendita la noche dirían los amigos extasiados

el hombre como no sabía donde iba

se sentó en una esquina junto a un cajero automático

y se puso de rodillas como si pidiera limosna de una forma

extrema.


17/1/24







lunes, 15 de enero de 2024

NEGOCIO

 






Vaya negocio¡ 

se dijo mirándose al espejo

querer ser otro para ser siquiera un rato

antes de que el autobús te lleve de excursión al laberinto

ser otro

o no ser yo

o simplemente no ser

saber que cualquier cosa que se sea es un relato

que sustituye a la realidad real

de lo real de no ser nada

o ser

una minucia

o un resto

querer ser otro

lo otro

lo otro total

lo más allá

lo inencontrable

lo perdido

querer perderse para que no se te lleve el pájaro con sus garras musculosas

musculadas de hormonas y espejos

querer vivir en el agujero del silencio

hacerse el longuis a las estratagemas y a la voces

dar un hachazo a la última maleta

vestirse de desnudo sin enseñar ya nada

mostrándose a los pájaros que vuelan ciegos

a su patria del aire

querer ser otro

amar

y ser amado a la vez por ese pájaro que vuela

y que no veo.


15/1/24



miércoles, 10 de enero de 2024

VALLEJÍADA

 


                                                                       César Vallejo, 1929






                                                                 Vallejíada


                     (Parafraseando a César Vallejo, que era muy de perdonar y me perdonaría por esta cita                           clandestina y enamorada



                     En pleno boulevard a mediodía pasa rozándome un hombre

                     va rezando

                     nombrándose loco en la pureza pura de su decir des (h) echo


                    ¿Cómo entonces no volver la cabeza hacia su espalda

                    mirar por encima del hombre

                    ver como va desapareciendo consumiéndose en el espacio creciente

                    mientras me alcanza el silencio que me dice?

                     8/1/24











jueves, 4 de enero de 2024

Y ASÍ ACABA LA MAÑANA

 







Asun me dice a comer

y así acaba la mañana

en el repique blanco de los platos

en el cristal tañido de los vasos que brillan milagrosamente

en el dejarse caer de los cubiertos en la mesa

Llega la tarde y las ventanas de invierno se van poniendo tristes

llega el rezo de los telediarios

mudos y algo polichinelas

el tilín-tilín de los paseos

la vuelta a casa sobre las hojas muertas que duermen en la calle

la sopa buena al albur de las buenas noches

el cerrar los ojos antes del sueño como si probasen la oscuridad

la acogida materna de las sábanas con su olor imborrable a la misma felicidad

el último suspiro cuando una espesa niebla aclara las palabras

que aún quedan sobradas en la boca

otro día perdonada.


4/1/24




miércoles, 3 de enero de 2024

JANET BEAT

 






                            Janet Beat


Había enormes espacios vacíos colgados en el cielo

llamándole

pero no podía soportar el inacabable replicar de los ecos

quería salir

volver

recoger con las manos mientras huían

restos

ruidos

matrices del primer principio

y ya en la puerta que decía exit

notó el aire densificado como hierro que era

atenazándole en una reverberación imposible de ser sentida

inyectándole el silencio espeso

propio del barro.


3/1/24



martes, 2 de enero de 2024

Mirar

 



                 




Fue mirar al agua

donde las piedras temblaban quietas en el sosiego del fondo

precipitándose despacio

atravesando la luz que se iba posando como polvo aquellas tarde

fue mirar al agua

verse allí mismo con los ojos quietos

casi muertos

ciegos de hartura de sombras ciegos

y saber que en el mismo temblar seguía escrito su nombre

fue mirar al agua

y ver repetidos sus labios llamándole

diciéndole adiós con palabras otra vez dulces y nuevas.


2/1/24