Sinceramente
ese hombre
nada más levantarse vio la niebla en su ventana
y se dijo
sinceramente preferiría seguir durmiendo
y así fue como despacio
se precipitó de un salto en lo más blanco de las sábanas
aún calientes
sinceramente cálidas
y a plena luz blanca
esa luz que exhalan las sábanas al ojo único de cada uno cuando sabe tratarlas
de tú a tú
fue viendo las secuencias de un sueño que tuvo de joven
que no acababa de entender y al repasarlo a la luz de esa luz
fue sabiendo algo más
y de esa forma
a la vez que la niebla iba levantando
tal es la fuerza del sol
se tendió medio desnudo en la cima del monte
al que acababa de llegar
y al poco regresó
inició el descenso siempre peligroso
sinceramente bajar cuesta más que subir
bajar del sueño rebobinado
bajar del conocimiento adquirido
bajar a donde hubo niebla y ahora sol
bajó
llegó y ya en la alfombra que se doblegaba al lado de su cama
la cota cero de su vida
se puso de puntillas y ensayó el mirar en la lejanía
y pensó que por fin veía la torre Eiffel alzándose para él en el orgullo de su cuerpo de metal
7/1/24
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