miércoles, 11 de septiembre de 2024

TRANSFORMACIÓN

 






De repente me di cuenta de que todos los del circo éramos payasos. La mayoría, payasos serios, pálidos y con gafas de cerca compradas en los chinos. Otros eran payasos parlanchines, bulliciosos. Eran los encargados de regalar los globos a los niños y los caramelos sin azúcar a los viejos. Cuando hablaban lo hacían en español de televisión y cuando se reían, se sonaban los mocos o se tocaban el culo, lo hacían en idioma vernáculo, en sus lenguas maternas y desconocidas. Los payasos eran tristes y patéticos. Patéticos porque estaban vaciados de cualquier pasión, Eran lo que querían ser: envoltorios de papel de estraza de color marrón dispuestos a abrazar cualquier objeto, cualquier género. Los niños se miraban unos a otros con gestos de triunfo y de superioridad cuando recibían un globo de un payaso. Todos los globos eran iguales de tamaño y color. En uno ponía coca cola pero enseguida subió a los cielos y a los tres minutos explotó. Ese ruido fue la señal para que la música arrancase con una marcha americana. Los músicos, también apayasados, pringaban de rojo las boquillas de los metales y salían notas estridentes y, a veces, coaguladas en sí mismas. El sonido era una cascada ingrávida de copos de luz y ruido. Todos los payasos desfilaron por el círculo de la pista de serrín. Como no había ya acróbatas, ni trapecistas, ni domadores, ni fieras, ni tragasables, ni hombres bala, ni fonambulistas, ni magos, ni presentadores con smoking, ni presentadoras en traje de baño con lentejuelas, ni acomodadores con gorra de tranviario, ni taquilleras que antes habían sido saltimbanquis y ahora eran, como todos, unas payasas tristes, el desfile se hizo aburrido y pesado. La repetición de un payaso es una de las fórmulas del aburrimiento.

Todos se reían de una forma prefijada y, sin levantar sospechas, cerraban la bocas para llorar para ellos mismos. Las lágrimas no se teñían del color de sus caras y caían limpiamente.

Se hizo de noche y los payasos se fueron a cenar.

Del circo fueron saliendo los espectadores, desencantados y con los ojos llenos de sueño mortecino. Pero se oyó un trueno que alegró a la comitiva rumbo de sus casas y de los cementerios. Un trueno enorme, un relámpago de un fuego nunca visto que duró casi nada. Saltaban algunos de gozo, más cuando la tierra tembló un instante y empezaron a soñar en ver las calaveras rebrotadas de los ancestros.

Sopló el aire que disipó la tormenta y, ya con los rostros descansados, fueron todos a la cena.






lunes, 9 de septiembre de 2024

ISIS

 









                                                       ISIS


                                                        1


El amor ya sólo era un cometa invisible.

El cielo cubría el desengaño en un azul indistinguible




                                                       2


Pero los restos renacidos de un rayo enamorado

le dicen a los vientos que no llore:


Toma el licor como si bebieras de una copa vacía,

llena, sin embargo, de lo que fue tanto amor,

pues no eres más que aquello que tomaste en los días más ebrios.

Sueña que enloqueces,

sueña que vuelves a ti y que entras en tu pecho abierto

y que ves al más tonto de los hijos ascender a los cielos

como un torerillo llevado a hombros por los más miserables,

que pronto gozarán del triunfo de haber amado hasta la muerte.







sábado, 24 de agosto de 2024

HA VENIDO UN NIÑO

 







ha venido un niño vestido de reina de saba

y ha pintado en la tierra con un palo delgado

las líneas de la vida, del principio y del final

ha trazado el aspa que borra la inmundicia, la falsedad y la estulticia sobria de los sabios que reinan

y la de sus lacayos que mueren sin parar una muerte larga y desodorizada

el cuadro es de colores vivos

me duelen los ojos de mirarlo

y disfruto cuando me alejo y sueño con volver a verlo

si es que merezco otra mañana.


domingo, 21 de julio de 2024

HOY

 



Hoy 1


Es sólo luz.

Al punto, blanca.

Amarilla, cuando la alcanza el desierto.

Luz.

Luz .

Sólo luz.


Cuando el día complete su girar,

habrán caído gotas derramadas de la luz,

que guardándose en la sombra más infame

se harán semillas

de hoy

para que nunca termine.




Hoy 2


Vivir en la ebriedad

donde los vértices de la piel cantaban arrullos a mis dedos.

Larga la eternidad en ese instante de la tarde.

Era cuando, yéndose a lo suyo, ocultaba su cuerpo oscurísimo,

creyendo ser el sol en la línea del mar.




Hoy 3


Era de hielo la escultura del cuerpo.

Deshaciéndose despacio en la punta de mi lengua,

sorbiendo los restos, ya templados,

del primer estallido del día.




Hoy 4


La luz es sin final.

Se guarda en las alcobas secretas

donde bien pudo haber caído

cuando yo aún estaba en la penumbra

esperando el despertar.


jueves, 23 de mayo de 2024

NO EXITE EL CENTRO DEL HORROR

 




                                                                                   Fotografía de Lajos Koltai. Sin destino




No existe el centro del universo

ni existe el centro del horror

pero puede existir un altar donde se celebre que no existe el centro de la nada

donde se recuerde el horror concreto y la sangre concreta de los desechos del horror

así alguien contará que el horror ha existido

que los pueblos se lavan las manos con la sangre y borran el horror con el horror

y gritan ¡viva el horror!

Como nadie es inocente todos queremos ser verdugos

por eso hay que elegir un altar entre el horror

para hacer un espacio libre y sosegado donde solo brille la ignorancia

celebremos el no saber

la inocencia podría salvar a quien quisiera ser salvado por ella

moriremos sin saber nada del horror

cuando escuche los últimos cantos que me sean otorgados

sabré que nunca supe nada

y también oiré un grito infinito que querrá decirme cómo me llamo.


                                                                                                           Lajos Koltai. Sin destino




martes, 21 de mayo de 2024

Tal vez la infinitamente última muñeca rusa te diga algo

 





                                                                                                                          dúo pipiolas







Pasa sin pasar pasando de

puntillas por los cristales

no quiere que la vean

y si se ve cierra los ojos y se cae

medio muerta

viéndose desnuda enmedio de una tarde casi negra



sola y de piel

se hace rosa en un sacrificio de linternas medio gastadas

y ya con los tacones de un sábado derritido

camina hacia una vaporada

de miradas y de palabras insensatas

mueve las caderas

sangra hasta la extenuación como una auxiliar de enfermería despojándose del dolor

desodoriza mentalmente su intimidad

y si ve un cristal guiña los ojos

a lo invisible que la penetra con los ojos



no sabe si pasar y lo que pasa

le traspasa el cuerpo y suda

por no saber sino sudar

a gota gorda

y quiere volver a ser una muñequita rusa





Des orden que con una arena mágica formara, gracias a un cierzo cotidiano y milagrero, una escultura de verdad

 



palabras

des

ordenadas

en el gran fluir que busca

el fin



cosas envueltas en aquéllas haciendo ser lo que aún no es

lo que los sueños harán un día

y así

hasta fin:

ser



ser: 

el milagro


ya sea

en forma de cuerpo

de árbol

de mariposa

de canto de los pájaros

de noche

de los labios de Juan de la Cruz temblando alrededor de un beso que le sale de la mano

de cementerio arrancándose de la tierra por soleá

de la mañana sola



sean

palabras

cosas

construyendo con el orden de los ojos

lo que amas

e imborrable

te persigue.