No te atreves a mirar aquel agujero donde antes gritaba el mundo vivo
y ahora apenas queda un rumor del armisticio
ni recuerdos ya
ni el olor de los fuegos que encendiste
ni el dolor que gustabas cuando ella se iba cada día
solo puedes mirar donde ahora crees que algo todavía late
es un lugar oscuro donde todo es posible
un vacío dadivoso
un vacío materno ensangrentado que volverá a acogerte
donde solo cabe lo posible y siempre nada
allí se escucha un silencio final y trabajado después de tanta espera consumada
un silencio de bien hecho de harapos
donde trenzar sin apenas esfuerzo
la escala que te alce a tu primera casa con jardín
allí las x de tantas ecuaciones no resueltas van a deshacerse
como si fueran pequeños puntos suspensivos que te llevarán al sueño
al amor sin fin y sin objeto
a no obligarte nunca a mirar a ningún sitio prometido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario