viernes, 22 de octubre de 2021

NO PODÍA EVITARLO, LE DABAN ATAQUES Y LEVANTABA LAS MANOS SIN QUERER






                                                                        Isabelle Huppert. De la película "Passion" de J.L. Godard, 1982






No podía evitarlo, le daban ataques y levantaba las manos sin querer;

estiraba el hocico, hacía túneles oscuros con sus labios,

susurraba, caminaba despacio,

aunque sus hombros delataban un cierto desorden, era bella,

era una muchacha muy bella, algo asimétrica, si se la miraba bien;

hablaba de una forma un poco rara, decía cosas que, a su pesar, siempre golpeaban en en el pecho

de los tipos duros.


En los éxtasis amorosos, que padecía en la soledad de su guarida,

se iba, se desgarraba, corría entre las olas de un mar infinito, de un mar de aguas de ternura,

toda ella era entonces una ola de bondad haciendo playas serenas en este mundo;

una ola que limpiaba la arena de alambradas, de basura, de espejos rotos, de botellas vacías;

sus compañeros obreros no la entendían, le decían que se posicionase,

y los otros, los gestores, los amos, le tiraban piedras sin más;

le seguían los perros y algún gato solitario,

las manos huecas, que le colgaban de aquellos brazos alargados, signos de tanta belleza,

como si fueran plumas o cuencos de barro donde se guarda el agua que refrescará la boca de los moribundos,

acogían la bondad que se enredaba en los rincones olvidados, 

después, con la ayuda de sus dedos, la sembraba, sembraba los granos de la bondad por toda la tierra,

limpiaba las playas, 

hacía de los robinsones hombres alegres;

no podía evitar, sin embargo,

que le dieran aquellos estremecimientos innombrables.


Cuando rezaba para desprender la suciedad de las paredes de las casas donde vivían los hombres y mujeres de su tierra,

movía los labios y sus dientes tricotaban palabras recién nacidas, agujas de una extraña belleza, letanías inclasificables;

los que la veían sólo sabían del bajar y subir de sus labios

como si su boca fuese una máquina de coser que bordara una sábana de bodas para un príncipe azul.


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