viernes, 26 de diciembre de 2025

CUEVAS

 





Entraba en las cuevas para ser todo

Soy todo

se decía a oscuras

Ya no soy

se decía a oscuras cuando ya era todo





martes, 23 de diciembre de 2025

UN DÍA ENTERO PARA DORMIR. CUENTO DE NAVIDAD

 







Los cowboys habían dejado sus revólveres en los brazos abiertos de un sillón

Dormían los cowboys

Un día entero para dormir

Estaban cansados y parecían estatuas de barro derrumbadas

Les sangraban los dedos pero aún así dormían

Nadie sabe de sus sueños si es que sueñan los cowboys

Afuera el día seguía su camino tras el sol

Unas señoritas compraban azúcar y harina para hacer pasteles

Un ratón roía las botas de un pobre que yacía muerto o borracho en un sinfín invisible

Una vieja que había sido prostituta rezaba en una iglesia que parecía la caverna de Platón

Con los brazos en cruz mascullaba sílabas que mejoraban los cuatro evangelios

Eran sílabas como gemidos

Como lloros sincopados

Como retruécanos capaces de hacer volar el mundo a pedazos

Para bien.

Mañana despertarán los cowboys

Comerán pasteles

Besarán a su madre

Enterrarán al muerto después de lavarle al menos los pies

Tirarán las botas roídas de trabajos al estercolero.

Dispararán a un árbol y no sabrán dónde ir antes de escuchar la orden del patrón.




sábado, 20 de diciembre de 2025

OTRA VEZ

 









Otra vez el desierto


Si vuelvo los ojos aún veo la mata de tomillo y su milagro

blanca y lejana entre la niebla que borra el camino


Otra vez soy desierto


Siguen vivas las fuentes y limpio el pozo

donde una mujer me dio de beber cuando tenía sed

siguen verdes las palmeras y fresca la sombra

y el murmullo que envuelve el tiempo de soñar

antes que lo que el día dió desaparezca

siguen atentos los pasos que suben y bajan las dunas para contar todos los granos de arena

aún se escucha en la memoria la voz que cuenta los cuentos de final feliz

y el fuego misterioso en el centro de todo


Otra vez el desierto


la tierra amarilla que guarda la luz de los días


Otra vez soy desierto




lunes, 15 de diciembre de 2025

PEQUEÑA RESEÑA DE UN POETA DE LA TIERRA

 







                                                                      1


Andaba sin andar

más que pasos eran pequeños vuelos sus pasos

saltitos de pájaro inadvertido

su pelo era un nido de cigüeñas ausentes

no tenía tierra que pisar

levantaba los brazos para tirar bombas de feria

que al caer hacían bum

bum

en el suelo de los justos

inofensivas como plumas de fuego cayendo al mar

eran chispas movedizas en el cielo negro

letras de luz urdiendo un libro que nadie leería

que mostrara la belleza que vivía

en el universo de sus ojos secretos



                                                                             2


Por la mañana se vestía de poeta. Casi desnudo se iba hasta la sarda a refugiarse en el pajar que llevaba su nombre. Llegaba cansado, tenía que apoyarse en la pared para no caer. Allí era donde componía sus versos. Consumido, sólo conseguía sacar de sí una única sílaba, que se parecía al sonido de una gota de agua cayendo en la tierra seca. Conocedor de sus escasos recursos, hacía que esa sílaba, su último juguete, rebotase como una partícula elemental en un enjambre de espejos que la multiplicaban hasta componer una música que escuchaba como si viniese de otro lugar. Había días que en ella encontraba el misterioso llanto de un niño, que tal vez no lloraba sino que llamaba. Otras veces descubría unas fórmulas que se perdían en la sinrazón y que le parecían hermosas y desmesuradas. O esa música le hacía comprender porqué el silencio es una expresión de la verdad. Sonreía. Se creía satisfecho y miraba al vacío agradecido. Cuando ya todo había concluido cerraba la puerta resquebrajada en la que vivían, eternos, unos grillos minerales y emprendía el camino de vuelta. A los pocos pasos, puntualmente, se paraba para mirar como una bandada de pájaros salía de una oscura herida del pajar, un barullo de pájaros multiplicados que aún tenían rastros de barro original en sus alas pequeñas y marrones.





miércoles, 10 de diciembre de 2025

LO QUE VI

 




La vi moviendo sus brazos

aleteando

subiéndolos y bajándolos pesadamente

como si estruvieran sumergidos en un fluído muy denso

Después los vi alzándose a lo más alto

ya libres del todo

envueltos en un aire limpio

arriba

acariciando la línea que separa lo alto de lo bajo

La vi

era una figura enorme

no podía ser medida con números humanos

la vi disolviéndose como si su cuerpo se desgarrase

y ya sólo fuera una hendidura

y yo un mero rastro de humo que la atravesase para llegar a un lugar desconocido

Cuando volví ella estaba presente y su cuerpo me dio miedo

Le pregunté si estaba allí

Respondió que estaba allí.

Entonces la miré de nuevo

y como era transparente vi a lo lejos un niño que lloraba y reía

agarrándose a la línea del horizonte

por donde el sol iba cayendo.









jueves, 4 de diciembre de 2025

B

 




Blanco

como dijera el poeta que es la ceguera

mudo

el silencio que es la suma de las voces

aire

beberlo en una copa cuando has llegado.






miércoles, 3 de diciembre de 2025

MI VECINO ÁRBOL

 






El árbol se aparece

el árbol tenaz e ignorado

Le devuelvo la mirada como si fuera la primera vez

Recorro las nervaduras negras de sus ramas

que son letras pintadas por un pincel que tiembla

No respiro cuando veo sus hojas amarillas luchando contra la gravedad

que las llama

y ni lloran las hojas sólo quieren estar para darme su oro

Veo el suelo cubierto de vida que nunca fue muerte

y que huele a un tiempo de agua tibia y de piel limpia y labios escarchados

Ahí anda invisible la mirada que no observa

que sólo arma las cosas y las hace árbol

el árbol que me mira para que siga existiendo en el invierno.