jueves, 14 de agosto de 2025

MANUSCRITO ENCONTRADO EN UN TETRA BRIK

 





    MANUSCRITO ENCONTRADO EN UN TETRA BRIK



En lo más profundo y oscuro del vientre de la mesa camilla donde el autor debió de jugar a vivir y a morir




Busco el rastro perdido de aquella oscuridad.

Donde oía los pasos exteriores que me parecían música,

o el pum pum de un corazón que bien podría ser el mío o el del otro,

pues no estaba solo en el palacio.

Pum, pum, se oía.

Aquel tambor, aquella música en la oscuridad y el silencio, en el rincón que sabía mi nombre.

Fue de tardes cuando un día levanté las faldas, la frontera,

y vi que los pasos eran zapatillas gastadas en busca del afán y la cebolla.

Quise volver y ya no pude porque una mano me llevó a una extrañeza donde todo era disperso

y me escribió en la piel, todavía rosa, la lista de la compra.

Y una voz me dijo ¡ve!.


Busco que el cuchillo que desolló la flecha del tiempo me muestre el camino de volver.

Quiero esconderme, sentir que el aliento es un viento cada vez distinto y hermoso cundo suena quieto.

Quiero la corona de la luz invisible,

ser el rey de donde reposa la historia de las cosas,

donde se pierden todos los olvidos,

¿será allí donde aún escuche el ulular del viento cuando nada pasa, salvo amar?




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