Con los brazos
en cruz
corriendo
la boca abierta
tragando aire
una canción rumiándose
sólo audible en la garganta
cortada
medio muda
al aire
en la luz del
verano
buscando la espuma
toda
blanca
del primer mar
tus pies
caídos
sus pies
y sus manos
recién nacidas
abrazados en la arena
suave
que viene
y va
bajo el agua cálida
que llora
todos los pasos
borrados
sin flecha
del tiempo
con la flecha
del amor
sangrada
abriéndose paso
en los labios
abiertos
absortos
secos
como desiertos
tirando la sed
al agua
de las fuentes
al llegar
al final
donde el oasis
donde los dátiles
dulces
donde la noche
estrellada
nuestra
sola
la noche toda.
Que dulces son los dátiles en plena noche iluminada.
ResponderEliminarSalud y provecho.
Eran dulces, sí. Y serán, y son. la única forma de vivir en los tres tiempos es hacerlo en la metáfora. Fuera de ella, sólo hay órdenes y manuales de uso.
EliminarSalud.