De noche
mandaste explorar lo que tu cuerpo iba a decirme
escucha lo más dulce
y la lengua subió a los cielos
¿oyes las palabras?
Las cerezas
los ríos de leche y miel
mandaste que mis manos hicieran hablar a las palabras
muertas
pegadas a tu piel
tócame
haz que el murmullo de lo hondo te desborde
para que sólo oigas los gritos del pasado
que despiertan
no temas
me dijiste
si oyes un adios
un hasta luego
un me voy
Es el aliento de los muertos
que nos roza
pues todos vagamos juntos
por estas calles del tiempo
Tócame
¿No sientes que en el cuerpo no cabe el dolor de las filosofías?
Después tuvimos un sueño
El despertar se había olvidado de volver.
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