Nina Nastasia
Era agua
caía de su boca como una catarata dulce
de agua
era la luz
de una mañana que estuvo a punto de no ser
pues por la noche
negra
tuvo que vérselas con ella
con la muerte
tal cual
de los brazos de su pureza
la mañana pudo alzarse
era agua
el sol la escuchaba
peinados sus rayos ya ralos y mayores
era luz
la mañana que había triunfado
guiñó su ojo azul
a los allí presentes
que estaban esperando su beso
su bendición
el pan
y la calma que todo lo sabe
Hermoso poema, que comparto. ¡Bravo!
ResponderEliminarJoeeeer, Miguel, no conocía esta faceta tuya
ResponderEliminarGracias por tu lectura.
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