Por la ventanilla del vagón de cola voy mirando cómo la tierra se borra
todo se va
todo se emborrona
se hace una mancha gris inabarcable para mis ojos que se encojen para beber el paisaje como si fuera la última vez
mientras
fuman los hombres y el tren fuma
el humo sube envolviéndonos a todos
riéndonos al ver las cabras olisquear las ruinas que rodean las piedras enfermas de alquitrán
que nos importa
aún vive john cash, aun se oyen a los tigres del norte
aún se acercan gloriosos y gloriosas las gentes a bailar con ellos antes de morir
antes de matar
aún se ven entre los últimos cabellos de Borges enredados en su voz temblorosa
restos de países florecidos
aún escucho cantar a un pobre de solemnidad
contenta su alma emboscada en sus dientes negros
y aún se me encoge el corazón recordando lo que pudo ser
y fue
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