Fue una aparición.
Una luz confusa posándose en alguien.
Se hizo amor.
La aparición se vino a mi y me cubrió.
Apenas ya sin respirar
pude gemir,
decir
amor.
Es decir,
no decir más,
ser sólo un poseído.
Fue una aparición,
nadie la vio,
sólo yo sentí que me cubría.
Carácter ya.
Imborrable.
Es la luz que llega de otro lado, siempre de fuera. También en la noche, cuando abriga lo que sólo el sueño sabe decir. Es luz misteriosa, desde luego, capaz de enseñar al amado lo que no sabía de sí mismo. Es luz, por ello, recibida, y que cualquier pregunta por el origen supone e incluye. ¿O no se ama aquello por lo que se pregunta? Es luz que el concepto no puede disolver, ni enunciar, ni llamar. Es luz, eso sí, que hace que (no) queramos seguir estando más. Gracias.
ResponderEliminarA propósito de tu lúcido comentario y a partir de la asociación que haces del amor y la pregunta, puedo remitirme a lo que en psicoanálisis se nombra como amor de transferencia. El amor a una verdad que se supone, una verdad a descubrir, y el amor, a veces con los ropajes de la pasión, que se transfiere al analista. Es decir, del "amo la verdad" al "amo al analista". El primero hace avanzar. El segundo, detiene, se complace en un juego, en un intento de recrear sin límites una experiencia pasada que, tal vez, nunca existió.
EliminarSaber y pasión, dos extremos del amor.
En tu comentario, David, está la respuesta más lúcida a esta cuestión.
Gracias.
Interesante apreciación: saber y pasión, dos extremos del amor, y quizá en perenne tensión (Vértigo, de Hitchcock) El saber, al menos como yo lo veo, nos lleva a salir de nosotros mismos, en el sentido de que nos pone ante lo absolutamente otro (¿qué podemos saber de lo que desafía nuestro propio campo de saber?) La pasión, en ese juego de transferencia, nos hunde si cabe todavía más en nosotros mismos, en el sentido de que, como bien dices, "detiene, se complace..." (¿no está por ende la pasión condenada a agotarse, en sentido literal?) Y por ello quizá, cuando esa tensión no puede continuar más, porque la verdad se ha revelado y no puede saberse más, ni la búsqueda ni la recreación son posibles, sobreviviendo la parálisis total (final de Vértigo: Scottie, ya sin vértigo, mirando al vacío) Gracias.
ResponderEliminarTu respuesta aclara lo que yo no he sabido decir.
EliminarAplaudo tu comentario.