No se oía nada
las palabras explotaban
chocaban unas con otras
eran astillas encendidas que alimentaban el volcán
era el silencio
más allá los puestos de la feria animaban a comprar boletos
para la rifa
y a ver las acrobacias del hombre bala bajo la lona
solo había uno entre la masa
que señalaba con su dedo el principio de todo
tal vez era un borracho o alguien apuñalado
en el polvo
y ni él mismo supo nunca lo que su no hablar había desencadenado.
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