Seguramente sea la luz de la mañana una expresión de la verdad.
La verdad está en lo remoto, y escondida. Permite que nos llegue su respirar como aire procedente de un bien que inventamos en el primer grito, cuando ya estábamos solos.
Alguien cierra los ojos protegiéndolos de la luz y, sin saber, quiere saber.
Quiere saber cualquier cosa. Una cosa. Su nombre o el nombre de una flor inoportuna.
Cuando abra los ojos sabrá si la luz le hizo daño. Si aún puede ver o si está ciego.
Un día, recuerda, la penumbra del amor le salvó y anduvo a tientas tocando las cosas sin miramiento alguno y a su dulce compañía.
Cuando llega la oscuridad, todas las páginas en blanco se pasan a limpio automáticamente. Y crean un libro.
Otro libro de la vida.
¿Sabes?
No hay comentarios:
Publicar un comentario