Mira arriba y dice
¡qué lejos!
Mira abajo y dice
¡qué vértigo!
Mira a los lados y ve unas paredes blancas llenas de agujeros y dice
¡derribaré esos muros cualquier día!
Mira una ventana que se abre en medio de una pared que creía perdida y dice
¡qué frío!
Cierra los ojos y espera que le llegue una ocurrencia que le haga levitar
y dice
no sé cómo se lo hacían las santas y los santos para alcanzar el éxtasis
Y dice
¿cómo se aprende a ser?
Entonces se va la luz
lo sabe porque al abrir los ojos no ve nada
nada de nada
ni luz ni oscuridad no ve nada
Y dice
¿a dónde se irá la luz cuando se va la luz?
Mira abajo y ya no tiene vértigo
Mira arriba y ya no hay distancia
Mira a los lados y no hay paredes que le cierren
¡Jericó Jericó! dice creyendo que viene a cuento la exclamación que un día leyó en la historia sagrada
Mira a la ventana y no ve la ventana abierta por la que entraba frío la primera vez
Se concentra bien en sus pies porque no todo está perdido en las tinieblas
Y espera levitar aunque sea a oscuras
Y junta las manos que le duelen cada día más.
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