Te despiertas
tu cuerpo te lleva donde un vacío te llama
como una orden dada
recibida
y vas y vas sobre tus piernas y crees todavía que eres
que tienes un cuerpo de deseo
que deseas mojarte en el mar que nunca irá a secarse
imaginas volando sobre tus pasos que un alma te lleva suspendida con unos hilos
que maneja el comediante más hermoso
y te cansas de tanta inacción
y suspiras por aquel caballo de cartón
no eres quien me enamora
solo eres lo que de ti deja caer mi mirada
ella te hace te construye del cero al cero
y del cero al todo
ella ve una sombra que aniquila tu sonrisa de plomo
rompe el cristal de la falsedad
eres tan mía como lo es mi mirada
tan lejana como los ojos que cayeron cuando mirábamos el mar subidos a una silla
temblando
agarrándonos con las manos
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