lunes, 25 de mayo de 2020

Un preso



un preso, en un lugar sin paisaje, se recrea haciendo objetos-arte,
puros aspavientos 
hechos con migas de pan, piedras, hojas caídas

mientras los construye, 
se van esfumando, 
se hacen humo 
como si los estuviera ofreciendo en sacrificio

nadie lo ve, 
no hay nadie,

ni sabe nada de quien pudiera recibirlos 
más allá

después, las estrellas, que de repente están 
como si siempre hubieran estado allí, 
le dicen:

ya vamos sabiendo algo más de tu método

y esas voces son el reconocimiento, 
y, entonces, el preso recuerda su nombre

4 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho el aire onírico del poema, o mejor, del artefacto de-científico.
    Saludos

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  2. También Eros, hijo de Poros y Penia, de los recursos y la pobreza, tuvo que abrirse paso hasta la luz para que, junto a ella, apareciera la oscuridad, los pliegues de la gruta, las arrugas de la piel, y todo lo que luego contaría nuestra historia.

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  3. Recordando a Otto Neurath, "somos como marinos que en alta mar deben reconstruir su barco usando las mismas maderas viejas con las que fue construido."

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