lunes, 6 de octubre de 2025

POST SCRIPTUM

 

                                       





¿Para qué me sirve? Pensó.

Así que se acercó al espejo

-quería hacerse un selfi con los ojos en ese precioso momento-

sacó la lengua como un niño cuando le hace la burla a su enemigo.

¿Para qué me sirve? Pensó.

Buscó el cuchillo de cortar jamón en Navidad,

miró su filo despacio como lo haría un japonés conteniendo el respirar,

se la cortó, se cortó la lengua, que cayó al lavabo como una hez de carne.

La sangre embadurnó el espejo con un rojo aglutinado, espeso.

Aún tuvo fuerzas para untar allí el dedo índice de su mano derecha

y escribir en la blanca pared del pasillo unos signos,

letras, tal vez, palabras, oraciones.

Y, de pronto, en una caída de tanto dolor, miró su escrito,

pausó el tiempo

-no había tiempo-

y, a punto de llorar, vio que había rozado la belleza,

alada y voladiza.



Para Cris Rivero, poeta que me regaló su poemario "El niño de los tulipanes", donde encontré, con emoción, verdad, poesía como modo de reconstrucción, dolor de la mano del amor, memoria que no puede borrarse.

Gracias.