Blanco
como dijera el poeta que es la ceguera
mudo
el silencio que es la suma de las voces
aire
beberlo en una copa cuando has llegado.
Blanco
como dijera el poeta que es la ceguera
mudo
el silencio que es la suma de las voces
aire
beberlo en una copa cuando has llegado.
El árbol se aparece
el árbol tenaz e ignorado
Le devuelvo la mirada como si fuera la primera vez
Recorro las nervaduras negras de sus ramas
que son letras pintadas por un pincel que tiembla
No respiro cuando veo sus hojas amarillas luchando contra la gravedad
que las llama
y ni lloran las hojas sólo quieren estar para darme su oro
Veo el suelo cubierto de vida que nunca fue muerte
y que huele a un tiempo de agua tibia y de piel limpia y labios escarchados
Ahí anda invisible la mirada que no observa
que sólo arma las cosas y las hace árbol
el árbol que me mira para que siga existiendo en el invierno.
Recuerdo cuando el barro se tragó mi caballito de goma
y al gran jefe indio
Pienso que la tierra me debe algo
que no moriré hasta que me devuelva lo perdido.